A primera vista la respuesta parece casi obvia, pero hilando fino, no está claro que este vestido semi drapeado de Fendi, blanco y corto, le quede mejor a Natasha Poly que a Michelle Williams. Cada una lo lleva a su manera y prácticamente parecen dos modelos distintos.
Michelle opta por una versión justo por encima de la rodilla, y su silueta, no demasiado espigada, hace que el aire que le de no sea tan sexy como el vestido requiere: Williams hace de él un look cándido con un punto cañero (básicamente, gracias o a pesar, de las botas de caña corta que podeis ver aquí).
Natasha en este sentido juega con ventaja, sus proporciones de revista y sus tablas de maniquí hacen que el difícil tratado del tejido la ensanche en su justa medida, y es que ella, al contrario de la mayoría, agradece "en sus carnes" un efecto óptico que la haga menos delgada.
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