Era difícil que pasar desapercibida entre el reparto de una de las últimas entregas de Harry Potter, y es que Clémence Poésy es una de esas bellezas serenas que tanto se echan de menos en una gran pantalla cargada de silicona y cartón-piedra. Lo suyo no estaba hecho para ceñirse a un pequeño papel, su magia y encanto, la han llevado mucho más allá del cine, su principal campo de batalla.
Poésy, que en realidad se llama Clémence Guichard, es una mezcla entre Brigitte Bardot y Jane Birkin, desde muy pequeña tuvo claro que lo suyo era la interpretación y su angel, delicadeza, y estilo, la han situado además de al frente de suculentos proyectos cinematográficos, en las portadas y páginas interiores de las principales revistas de moda.
Y es que Clémence es la nueva abanderada del chic francés.
Si este año compartía cartel con Colin Farrell en In Bruges, en 2009 tiene previsto estrenar película junto a otra joven promesa del cine, en este caso, inglés, y de nombre Jim Sturgess (hacía de hermano de Scarlett Johansson y Natalie Portman en Las Hermanas Bolena).
Parte de su éxito, además de a su talento, a su privilegiado y atemporal físico, y a sus rasgos aniñados (tiene 26 años pero aparenta bastantes menos), se debe a su olfato y gusto por la buena moda.
Hace un par de temporadas que es uno de los rostros habituales en los front-rows de la capital Gala, y Chanel, es una de sus firmas preferidas.
Su estilo es propio de cualquier editorial de Vogue París: empezando por el pelo, todo en ella es chic al más puro estilo voguette pero en versión más bohemia que sexy peligrosa.
De momento, su incursión más potente en la industria que tanto le apasiona, ha sido su colaboración con Chloé: Clémence es imagen de su perfume junto a otras dos rubias con carácter, la modelo Anja Rubik, y otra actriz enamorada de la moda, Chloë Sevigny. Pero estoy segura de que su idilio con las grandes maisons, no ha hecho más que empezar.
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