Tenía claro quién iba a hacerse con el look de la semana, pero no me decidía a proclamar con qué. Esto es cómo una buena actriz a la que no sabes por qué película nominar, aunque bastante más común, porque desgraciadamente films que valgan la pena hay pocos y looks encomiables, muchos y dispares. Pero bien, al final me he decidido por moción no popular y le otorgo el preciado trofeo de campeona de la semana a Anne Hathaway y uno de sus múltiples vestidos rojos.
No voy a repetir hasta la saciedad lo que me gusta esta chica que a tantos parece sosa e insípida, y que viva la discreción cuando viene de la mano de un refinado halo de glamour, no transgresor, no vanguardista, no chillón, simple y llano, sin hacer demasiado ruido, pero igualmente válido.
El rojo es el color de la pasión y eso mismo es lo que levanta esta chica sin proponérselo, el look que he elegido es un original vestido camisero con lazo anudado al cuello, en color carmín y negro, de aire obligadamente vintage ya que se trata de una pieza firmada por el mítico modisto británico Ossie Clark, y esta es la segunda razón por la que lo elijo. Ossie (junto a su mujer, Celia Birtwell) fue el diseñador inglés más influyente hasta la llegada de Vivienne Westwood y ha sido el máximo exponente de la moda de esa época, y como hay mucho que decir de él, me reservo un post y os lo cuento todo otro día. A saber que no vive, fue apuñalado (cincuenta y pico veces) por su novio hasta la muerte y su firma ha sido recientemente relanzada por otros.