Es una de las trend setters semi anónimas más alabadas en internet. Una de las presas involuntarias del ojo que todo lo ve: The Sartorialist y su inmortalizante y aguda cámara. Y es que su estilo es carne de foro, demuestra que la moda no está encima de una pasarela sino alrededor de ella, y es que ha llegado un punto en que ya no sabemos quién alimenta a quién.
La profesión de coolhunter nos enseñó que esta es una industria pez: se muerde la cola, y la calle nutre a los diseñadores tanto o más que los diseñadores alimentan a la gente de a pie. Y de no tan a pie, me refiero a los que beben de tendencias antes que nadie, de los editores, fotógrafos, modelos y famosos que interpretan y ejecutan mejor nadie toda esa sobreinformación a la que tienen acceso con antelación y alevosía.
Hasta ahora las actrices o cantantes eran las intérpretes prematuras de la moda, ahora son un puñado de desconocidas las que se hacen con las riendas de este tinglado que es la moda: ellas, y porqué no, nosotras, dictamos las normas.
Un diseñador en sí tiene la fuerza, pero los que mezclan, prueban, arriesgan, improvisan, y sobre todo, proponen, ellos, tienen el poder. Entre los cientos de privilegiados espectadores de primera clase en los front rows internacionales, Giovanna Battaglia es la reina madre.
Italiana de nacimiento y modelo de Dolce & Gabbana antes de adentrarse en el mundo de las publicaciones, Giovanna, es actualmente editora de l'Uomo Vogue (o lo era, tengo dudas, no sé si abandonó el barco junto a Dello Russo) y fashion stylist on her own, y me da que al puesto ha llegado por méritos propios, porqué al verla, aunque me desconcierten sus malas caras y su bronceado de día si y día no, y peor aún, en ocasiones me recuerde a Irina Lazareanu, solo puedo exclamar: bravo!
Celebro todos y cada uno de sus estilismos, sin excepción, sin concesiones, sin objeción, y es que, es maravillosa en todas sus versiones; en invierno, en verano, con falda, con pantalón...tiene una extraordinaria capacidad para mezclar sin confundir y para repetir y reubicar sin que se note (a todo esto, suponiendo que ella misma se lo guise, porqué si una estilista tiene estilista es como "la parte contratante de la segunda parte": una broma), by the way, es una espléndida referencia venida de un discreto segundo plano a medio camino entre una cara más entre la manada desbocada de anónimos del streetsytle y una ego celebrity en ciernes.
Por todo ello, que es más que suficiente, grazie mille Giovanna!