Ya sabemos lo que dice la DGT para viajar con nuestras mascotas de la forma más segura posible y siguiendo la normativa. Sin embargo, con los animales es, a menudo, más fácil decir que hacer. Y como no podemos sentarnos con nuestros perros y gatos a explicarles racionalmente el porqué de la rejilla separadora o qué es por su bien el tener que pasar horas encerrados en un transportín en el maletero del coche, solo la paciencia y los trucos aprendidos con la experiencia conseguirán que podamos viajar al fin del mundo con ellos sin dramas. Así que hemos hecho investigación de campo y hemos preguntado a dueños de peluditos por sus mejores trucos. Porque sí, es posible no morir en el intento.
Jesús, viaja con dos perros pequeños
"Acostúmbrarlos a ir en el coche con sus accesorios en trayectos cortos para que sepan su sitio, vean la rutina y se sientan cómodos. Después, durante el viaje, haz las paradas habituales para repostar y aprovecha para que beban agua, hagan sus necesidades y coman algo (pero poco). Aprovecha estos descansos para dar un breve paseo sin mucha actividad y que no se agiten. Por último, déjales siempre algún cojín, mantita o similar suyo para que se sientan más confiados".
Jaime, viaja con una gata
"Acostúmbrarlo desde pequeño al coche, al viaje y también a la rutina de preparación del viaje. Cuando nos vamos, hacemos por mostrarle de forma evidente que estamos empaquetando cosas, haciendo maletas y poniéndonos en un mood de cambio de dinámica. La gata lo interpreta y comprende (o, al menos, eso parece) que le va a tocar viajar. Me parece mejor que 'arrancarla' a última hora del sofá porque no sabe dónde va a ir".
Sergio, Viaja con más de un perro
"Aunque hace mucho que no viajo lejos con mis perros, en su momento, alquilábamos una furgoneta para que tuviesen mucho espacio en la parte trasera. colocábamos las colchonetas en las que duermen habitualmente y les dábamos pastillas para que se durmiesen porque sino lse mareaban y lo pasaban muy mal. No obstante, en trayectos cortos siempre los llevamos atados con su propio cinturón y sobre una mantas".
"Para quienes, como yo, uno de sus perros sea muy grande y no quepa en el asiento, lo que hacemos es colocarlo detrás del asiento del copiloto, dejándole espacio más que suficiente para que se tumbe y esté tranquilo".
Manuel, viaja con pájaros
"Mis pájaros viajan bastante conmigo. Tengo un par de cotorras y, anteriormente, agapornis. Van en su jaula en el asiento de atrás y sujeta con el cinturón. Suelen ir muy tranquilos pero mi consejo es que los llevemos en el coche desde bien pequeñitos para que se acostumbren y no se pongan nerviosos".
"También suelo mantener el contacto con ellos, llamándolos a menudo, para que sean conscientes de que estoy ahí e intento que no queden detrás de mí, si es posible, o en el lado en el que no va a dar el sol. No he tenido problemas nunca con ellos al viajar y casi nunca me he encontrado restricciones para llevarlos conmigo".
Pepa, viaja con un perro
"Yo he aprendido que, si va con su camita, va mas tranquilo y que, si hace calor, mejor abrir las ventanas que poner el aire acondicionado. También, que si va muy ansioso, es mejor dejarle en paz y no atosigarle. Del mismo modo, recomiendo dedicar un par de días a enseñarle a subir él solo al coche y que no le de miedo en lugar de subirle forzado en brazos. Te lo digo yo que tengo experiencia hasta llevándolos en ferry a Canarias".
Carlos, viaja con cuatro gatos
"Cada uno de mis gatos lleva lo de los viajes en coche de una forma distinta, pero en líneas generales no le gusta a ninguno. Para hacerles el trago más llevadero intentamos evitar horas de mucho calor y usamos algunos trucos".
"En casa, el transportín siempre está a su alcance. Lo dejamos abierto en su zona de juegos o cerca de los comederos para que se acostumbren a él y lo vean como algo familiar. Que no les sorprenda ayuda también a que no se escapen el día que te vean cogerlo para sacarlos de casa".
"Dentro del transportín siempre metemos una manta, un juguete... algo que les huela a casa y puedan asociar con un entorno seguro. Además, durante el viaje en en coche, solemos cubrir el transportín con una mantita (salvo que haga mucho calor) y mantenemos su espacio cubierto todo el trayecto y, en ocasiones, incluso el lugar que visitamos (por ejemplo, la sala de espera de la clínica). Nos lo aconsejó el veterinario y funciona".
Fotos | Unsplash
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