Este próximo domingo celebramos el Día de la Madre y qué mejor manera de hacerlo que homenajeando a todas aquellas mujeres, grandes madres, que consiguieron con su pasión, su empeño y su apoyo, encumbrar a sus hijos y que tuvieran un papel relevante en la historia.
Olimpia de Epiro, la madre de Alejandro Magno.
Uno de los hombres más grandes y poderosos de todos los tiempos, responsable de crear un imperio que se extendía desde el Mediterráneo hasta el Himalaya, se cuenta que Alejandro heredó mucho de su valor y vitalidad de su madre, Olimpia. La leyenda negra en torno a la madre de Alejandro Magno cuenta que manipuló y que, en cierto modo, fue la responsable de la muerte del rey Filipo, su marido y padre de Alejandro, y que no dudó en atentar contra el resto de la familia para conseguir que su hijo se hiciera con el trono.
Leonor de Aquitania, madre de Ricardo Corazón de León
Es conocida como la madre de Europa no sólo porque ella misma fue reina dos veces sino que consiguió que tres de sus hijos fueran reyes y emparentarse con todas las casas reales europeas de la época. No dudó en apoyar a sus hijos contra su propio padre, lo que tuvo como consecuencia que fuera acusada de traición y encarcelada durante más de quince años. Algunos historiadores la consideran una de las primeras feministas de la historia, mientras que otros mantienen una leyenda negra en torno a su figura. Fue una mujer independiente, luchadora e inteligente que intentó vivir siempre la vida que ella quería.
Letizia Ramolino Bonaparte, la madre de Napoleón.
Fuerte apasionada del movimiento independentista de su Córcega natal, Letizia transmitió a sus hijos su amor por la política. Cuando Napoleón fue coronado emperador en el año 1804, Letizia era conocida en todas partes como “Madame Mere”. Tres de sus hijos fueron reyes y una de sus hijas reina, pero eso no acabó con sus ansias de seguir acumulando riquezas y poder: "quién sabe, quizá algún día tenga que buscar el pan para todos esos reyes que he dado a luz".
Ann Maria Jarvis, madre de Anna Jarvis.
Probablemente madre e hija sean los personajes más desconocidos de este artículo, pero Anna Jarvis dedicó toda su vida a la misión de tener un Día de la Madre oficial, inspirada por su madre y por todo el trabajo que durante años realizó en el Mother´s Day Work Clubs para mejorar la salud, las condiciones sanitarias y prevenir la mortalidad infantil a principios del siglo XIX. Durante la Guerra Civil Americana, la organización de Ann Maria Jarvis curó y cuidó a soldados de ambos lados, como símbolo de su neutralidad, y tras finalizar las hostilidades, Jarvis organizó un “Mother´s Friendship Day” para limar asperezas entre los bandos.
Nancy Elliot, la madre de Thomas Edison
Consiguió con su apoyo y su tesón convertir a su hijo en un genio, incluso cuando en el colegio en el que estudiaba le expulsaron porque consideraban que no estaba al nivel de los demás. Pero Nancy Elliot no sólo se encargó personalmente de educar a Thomas, también le ocultó esta información y le hizo creer que si no iba al colegio es porque era demasiado listo y allí eran incapaces de enseñarle más. Edison se enteró de la verdadera historia tras la muerte de su madre y siempre consideró que todos sus éxitos fueron gracias a ella: "soy el resultado de lo que una gran mujer quiso hacer de mí".
María Picasso y López, madre de Pablo Picasso
De personalidad más fuerte que de su marido, la madre de Picasso siempre tuvo claro que su hijo llegaría muy lejos y fue su gran apoyo e inspiración. “Si te haces soldado, serás un general. Si te haces monje, terminarás siendo Papa” cuenta Picasso que le dijo. “En lugar de eso me hice pintor y me he convertido en Picasso.”
Minnie Schoenberg, la madre de Groucho Marx.
Esta gran mujer, hija de un mago y de una arpista profesional, fue la responsable de que sus hijos se convirtieran en tres referentes en el mundo del espectáculo. Dejó su Alemania natal para emigrar a Nueva York y fundar una familia casándose con un sastre. Minnie los motivó para que entraran en el mundo del espectáculo y aunque su hijo Groucho no estaba de acuerdo con ella, en el año 1923 les preparó para debutar en Broadway, con tan mala suerte que la noche de su debut se rompió una pierna. Pero eso no la detuvo para acudir vestida con sus mejores galas.
Alberta Williams King, madre de Martin Luther King.
Hija y esposa de predicadores, Alberta les enseñó a sus hijos la importancia de que se consideraran tan buenos como cualquier otro y ese fue el germen que alimento a un joven Martin Luther King, una de las personalidades más influyentes del siglo XX y uno de los mitos más importantes de la Historia. La vida de esta gran mujer estuvo siempre marcada por la tragedia y la muerte, pero ella nunca renunció a sus ideales.
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