Jacques, el rey indiscutible del picnic en Mónaco

Todos los años, el día 10 de septiembre se celebra en Mónaco un tradicional picnic al que acude la familia Grimaldi para compartir unos agradables momentos con los habitantes del principado.

Aunque se trata de un picnic y lo suyo sería extender los manteles al viento y cubrir la hierba del parque Princesa Antoinette con mantas, lo cierto es que se habilitan más de 200 mesas alrededor de las cuales se pueden sentar hasta 700 personas.

Charlène, a quien ya le ha crecido un poco el pelo, puso todo de su parte para estar a la altura optando por un traje de flores discreto pero lleno de encanto de una marca rusa llamada Vilshenko.

Para adornarse se puso unos pendientes diseñados por Camille Miceli para Dior. Unos pendientes que han causado estragos entre los fashionistas. Tanto que los responsables de Louis Vuitton han contratado a Miceli para que se haga cargo de la creación de joyas y bisutería de la marca.

Aunque, en esta ocasión, todas las miradas y atenciones de los monegascos fueron para el príncipe Jacques, hijo de Alberto y Charlène ya que, por alguna extraña razón, su hermana melliza Gabriella no formó parte del party.

Vestido con un pantalón blanco y un polo rojo – los colores del principado -, Jacques se lo pasó pipa viendo las danzas tradicionales que todos los años se celebran ese día. Su tía Carolina también andaba por allí, pero prefirió atender al alcalde y a otras autoridades.