Los Duques de Cambridge tienen que seguir a rajatabla tres pasos antes de decantarse por el nombre de su tercer hijo. Y, por supuesto, no, no puede ser el que a ellos más les apetezca, por muy de moda que estén Hugo, Daniel o Martín.
Todavía no hemos terminado de celebrar el nacimiento de un nuevo baby royal y hemos hecho el repaso total del look con el que Kate Middleton presentó a su tercer hijo al mundo y ya estamos ansiosos por saber más cosas. Especialmente cómo se llamará el pequeño y qué titulo tendrá.
Pero no todo es tan fácil en el mundo de la realeza y, por mucho que nos guste hacer quinielas y apostar por nuestros nombres favoritos, existen unas normas a la hora de dar un nombre a los recién llegados al mundo.
La tradición juega un papel fundamental en la Familia Real Británica, incluso en pleno siglo XXI, pero también estos tres factores que el experto en casas reales Richard Fitzpatrick ha explicado a la BBC: "Cuando eliges un nombre para un bebé de la realeza están las preferencias personales, el nexo de unión entre los miembros del pasado y los actuales; pero también tienes que pensar en la opinión pública. Tiene que ser un nombre conocido, un nombre con vínculos familiares y que además sea popular."
Es por esta razón por la que el propio Fitzpatrick había barajado previamente los nombres de Albert o Victoria como posibles opciones. Especialmente desde que la época victoriana se ha vuelto a poner de moda gracias a la serie de televisión Victoria. "Es una oportunidad para rendir tributo a uno de los más grandes romances reales".
Parece tremendamente complicado cumplir estos tres criterios y no volverse loco decidiendo. Pero seamos positivos y pensemos que hace años las posibilidades de elegir nombre venían dadas por el Santoral.
Fotos| Gtres
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