Llevo 25 años sin celebrar el día del padre. He encontrado seis formas de reapropiarme de esta fecha

Porque, aunque ya no estén, siguen siendo nuestros padres

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María Yuste

Editor Senior
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María Yuste

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Hace 25 años que murió mi padre y, por lo tanto, hace 25 años que no celebro el Día del Padre. Además, teniendo en cuenta que falleció cuando yo era pequeña, es una celebración de la que me he sentido excluida la mayor parte de mi vida. En general, hago como que el 19 de marzo es un día como cualquier otro porque no siento que vaya conmigo. Sin embargo, a veces siento que es una actitud un poco egoísta porque, a pesar de que ya no esté vivo, lo cierto es que tengo un padre. Es por ello que he estado dándole vueltas a cómo podría hacer que ese día fuera diferente para mí y para otras personas en mi misma situación, y estas son algunas alternativas que se me han ocurrido para reapropiarme del Día del Padre.

Cocinar su plato favorito

Puedes invitar a casa a la familia o, simplemente, aprovechar para recuperar el que era el plato favorito de tu padre (o alguno que soliera cocinar a menudo) para no darle vueltas a qué hacer de comer ese día. Se ha comprobado que el sabor es más que una simple percepción del paladar y seguro que, en alguna que otra ocasión, has podido comprobar en primera persona cómo un bocado puede ser una puerta al pasado, a momentos y emociones que creíamos olvidados.

Esto se debe a que, cuando probamos algo, el cerebro no solo registra el gusto, también la experiencia emocional que lo rodea. Así, el sabor activa partes específicas del cerebro, como la amígdala y el hipocampo, que están estrechamente ligadas a las emociones y los recuerdos. Incluso si nunca llegaste a conocer a tu padre, degustar lo que a él tanto le gustaba puede ser una bonita forma de conocerlo y de conectar con él.

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Volver a ver una película que visteis juntos

A pesar de que yo era aún muy pequeña para registrar recuerdos detallados, guardo un recuerdo de la primera vez que fui al cine y del impacto que tuvo en mí la experiencia. Me llevó mi padre y vimos 'El libro de la selva'. También me acuerdo de la última vez que fuimos y del miedo que pasé con 'El proyecto de la bruja de Blair'. Nunca he vuelto a ver ninguna de los dos films, que han quedado íntimamente ligados a la presencia de mi padre. Sin embargo, volver a hacerlo tantos años después puede ser muy interesante. La experiencia que da el paso del tiempo y las experiencias vividas hacen que cambie la perspectiva con la que vemos una peli y es una forma de actualizar el recuerdo y traerlo al presente.

Empezar a leer un libro de su biblioteca

Seguro que tienes algún recuerdo de tu padre leyendo un determinado libro durante unas vacaciones de verano o después de cenar en el sofá del salón de la que fue la casa de tu infancia. Incluso es muy posible que hayas heredado parte de su biblioteca. El caso es que iniciar la lectura de uno de esos libros que lo marcaron o a los que dedicó varias horas de su vida es otra forma de conectar con él y de tener una vivencia en común aunque sea en la distancia.

Aaron Andrew Ang Jxmgrvyhpk0 Unsplash Aaron Andrew Ang

Escapada al lugar en el que creció

Puede ser un barrio concreto de tu propia ciudad, un pueblo cercano o lejano a donde vives actualmente, incluso otro país... Es cierto que ya no será el mismo lugar que conoció tu padre en vida, pero puedes recorrerlo en busca de los vestigios que todavía quedan de aquellos días. Al fin y al cabo, los primeros años de la vida de un ser humano son los que más marcan para el resto de la vida. No obstante, otra buena idea es visitar algún lugar en el que sepas que fue feliz. Ya sea porque fue el destino al que fueron tus padres de luna de miel o porque has visto en fotos que hizo un viaje con amigos o en solitario.

Visita a otro padre

No descartes hacerle una visita a alguien en tu vida que haya hecho las veces de esa figura paterna que te faltó y agradecérselo como se merece. Puede ser un tío, un abuelo, un amigo de la familia... Incluso si no has tenido un referente tal, puede ser muy bonito hacer un voluntariado en un centro para personas de la tercera edad, donde siempre hay padres esperando la visita de un hijo y que necesitan compañía.

Matteo Vistocco U Cvu45flh8 Unsplash Matteo Vistocco

Qué haría él

Encontrar esa forma alternativa de celebrar el día el padre, para rendirle homenaje y no sentirnos tan huérfanos nosotros, puede ser un proceso muy personal. Es por eso que, si no te ha convencido ninguna de las propuestas anteriores, un poco más generales, no has de perder la esperanza. La clave para encontrar la tuya se esconde en hacerte una simple pregunta: "¿qué haría mi padre en un miércoles como este?". Investiga, relee viejas cartas, pregunta a quienes lo conocieron en busca de recuerdos y datos olvidados. Ese viaje también es parte de la celebración.

Foto de portada | Jeff Miller

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