Qué puede pasar si los ladridos de tu perro molestan a los vecinos, ¿te podrían denunciar?

Quienes tienen o han tenido perros saben que hoy muchas veces que ladran sin que sepamos el motivo. Eso sí, más allá del nerviosismo que nos puede generar intentando encontrar la solución, hay otro problema que nos puede causar y es con nuestros vecinos.

Y es que, muchas veces y por desgracia, tener un perro en un piso que forme parte de una comunidad de vecinos o, incluso, en un chalet, no siempre es fácil y puede ser un motivo de conflicto. Por ello, hay que tener claro a qué nos enfrentamos si realmente los ladridos no cesan.

¿Me pueden denunciar si mi perro ladra?

Pues sí, nos pueden denunciar si nuestro perro se vuelve realmente molesto, teniendo en cuenta que también habrá que estar a lo que se considere molesto para cada uno de nuestros vecinos, porque sí, nos pueden dar muchas vueltas en este sentido.

Eso sí, en todo caso, los ladridos deberán de ser bastante constantes, no meramente puntuales, molestos especialmente y que sea constatable.

Ante todo, tenemos que tener en cuenta que existen normas de obligado cumplimiento a nivel de Ayuntamientos, es decir, Ordenanzas Municipales, en lo que ruidos y horarios se refiere, por lo que si un perro ladra de noche, de manera constante durante el día, por ejemplo, porque se quedan solos, porque hay animales alrededor... podemos estar ante un problema.

Lo normal es que los vecinos primeramente nos dirijan directamente sus inquietudes o a través de quien ejerza la presidencia de la comunidad e intentemos poner una solución, pero también pueden denunciarnos ante la Guardia Civil o Policía y se nos podrían imponer sanciones administrativas que podrían ir, dependiendo de los sitios, hasta los 300 euros dependiendo de las zonas y de las perturbaciones.

Sin embargo, la cosa puede ir más allá, porque también nos podrían presentar una demanda en el Juzgado ejercida directamente por el vecino molesto  o a través del  propio Presidente de la Comunidad ejerciendo una acción de cesación de esos ruidos y, si se puede probar, hasta resarcimiento de daños y perjuicios.

Por lo tanto, lo que debemos hacer es educar desde cachorro a nuestro perro, asegurarnos de que no ladra e intentar atajar los problemas desde el primer momento para evitar males mayores que, además, harán que nuestro perro viva mucho más tranquilo... y nuestros vecinos también.

Fotos | Unplash

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