No existe una fórmula maestra de ser madre. Cada mujer que decida tener hijos vivirá la maternidad a su manera. Esto significa tomar sus propias decisiones en cada paso del camino, incluyendo el polémico tema de dar o no el pecho. Una opción que ha levantado ríos de tinta entre los que practican el mom-shaming y que muchos critican. Pero ellas se han plantado, han decidido no amamantar a su bebé y estas son las razones que las han movido a hacerlo.
Mónica (36 años), no podía permitirme una baja de maternidad
"Trabajo como autónoma y aunque pude liberar un poco mi horario, seguía manteniendo la media jornada porque no podía permitirme una baja de maternidad al completo. Yo cuidaba del peque por las mañanas y mi chico lo hacía por las tardes, cuando yo me iba a trabajar. Queríamos una rutina que pudiéramos poner en práctica ambos, así que desde el principio me saqué la leche e hicimos biberones que pudiéramos darle ambos. Yo también se los daba en vez del pecho, para que se acostumbrara a la tetilla del bibe."
Sara (41), la depresión no le permitió hacerlo
"Crees que la depresión postparto es algo que no te va a ocurrir a ti, pero no es cierto. De un día para otro me encontré llorando y sintiéndome en la ruina. Eso me hizo sentir muy culpable, pero no quería decir nada porque me daba miedo que me medicaran y afectar a la calidad de la leche. Cuando el médico me la diagnosticó me había obsesionado tanto que lo de amamantar era un factor desencadenante y negativo en mi maternidad, así que decidí buscar otra forma de alimentar a mi bebé. Ahora sé que la mayoría de medicamentos DPP son seguros durante la lactancia, ¡me hubiera gustado saberlo antes!"
Patricia (35), "el bebé no se enganchó de forma natural"
"Pensé que la lactancia ocurriría de forma natural, con mínimo esfuerzo. Pero al tener a mi hijo me di cuenta de que no, porque no se enganchó a la teta jamás. He visitado varios médicos y especialistas, he buscado trucos en Internet, lo he intentado todo. Finalmente, he tomado la decisión de darle fórmula, la leche alternativa.
Al fin y al cabo, ni el niño estaba comiendo ni nosotros creando ningún vínculo especial, porque me pasaba el día enganchada al sacaleches mientras mi pareja le daba el biberón. Fue él el que me dijo que parara de sacar leche y probáramos esta opción, lo cual me ayudó también a sentirme apoyada para tomar la decisión."
Sonia (38), "quería recuperar mi vida normal"
"Muchos hablan del embarazo como una etapa preciosa que hay que disfrutar a fondo. Yo soy como Kim Kardashian, para mí no fue bonito. Tuve muchos problemas y pasé en la cama básicamente los nueve meses completos. Aburrida, incómoda y preocupada porque mi bebé estuviera bien. Cuando parí solo quería recuperar mi vida normal, disfrutar de mi hijo pero con el control de mi cuerpo de una vez. A todo aquel que me ha juzgado por el camino yo le digo: pásate nueve meses mirando al techo y después me lo cuentas."
Cori (48), "un absceso mamario me hizo detener"
"Yo estaba muy motivada a dar el pecho, pero tuve muchos problemas. Primero una mastitis en uno de los senos, que lo hizo todo muy incómodo. Después tuve irritaciones y grietas en los pezones, y una de ellas se convirtió en un absceso mamario que me hizo detener. Tuve que ingresar en el hospital para que me lo drenaran y aún recuerdo el dolor que me suponía la succión. Vamos, que no volvía a hacerlo ni loca."
Saray (28), "tenía miedo de volver a la anorexia"
"En mi adolescencia tuve un trastorno alimenticio y pasé varios meses ingresada en una clínica. Ya ha pasado mucho de ello y yo de verdad sentía que lo había superado. Estaba muy preparada para tener un hijo con mi pareja y formar una familia. Pero cuando me enteré de que estaba embarazada empecé a tener miedo de los cambios en mi cuerpo. No sabía que aún me quedaban cicatrices, pero me dio pánico volver a recaer en la anorexia.
Pasé el embarazo con la ayuda de psicólogos que me ayudaron muchísimo y una vez parí decidí tomarme la pastilla que evita la subida de la leche. No quería que el pecho se me hinchara más cayera, ya no podía soportar tanto cambio. Decidí que sería mejor madre si me libraba de mis complejos y comenzaba a cuidar de mi pequeña que si la daba de mamar y corría el riesgo de recaer. A día de hoy no me arrepiento. Me di cuenta de que sigo siendo vulnerable, pero supe reconocer donde estaba el límite que mi mente podía soportar antes de recaer."
Antía (41), "fue una decisión más de la maternidad
"Con mis dos hijos me sentí mucho más tranquila y feliz de ser madre una vez me pasé a la leche alternativa. Dejé de pasar horas intentando que engancharan, llevando la cuenta de qué pecho tocaba en cada momento...fue una decisión más de la maternidad. De la misma forma que decidí no vestirles de rosa o azul, que escogí sus colegios o los dibujos animados que veían. Nunca me he cuestionado mi decisión, me dio más libertad para ser la madre que quería ser. Y eso que me han criticado en redes sociales, por amigos cercanos que opinan de lo que no entienden y hasta en el supermercado."
Al hablar con estas mujeres nos damos cuenta de la importancia de entender por qué algunas de ellas deciden no dar el pecho. En algunas situaciones los altercados se superan y se puede amamantar con éxito. Pero no siempre se quiere o se puede. Y cuando alguien decide cambiar la leche materna por la fórmula alternativa, también necesitan apoyo y comprensión. Porque estas madres no deberían enfrentarse al juicio negativo de la sociedad por su decisión, sino ser apoyadas como cualquier otra madre. Al fin y al cabo todas quieren lo mismo: que sus hijos estén sanos y sean felices.
Fotos | Unsplash.
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