El American Standford tiene un imponente aspecto y cruel origen como perro utilizado en peleas, que le ha hecho ganarse la mala fama de violento y agresivo. Físicamente es grande, robusto y fuerte pero la sabiduría popular sobre su carácter está plagada de mitos y falsas verdades. No obstante, como sucede con muchas otras razas, como el dóberman, puede no ser la mejor opción para cualquier tipo de dueño. Te contamos sus características y necesidades para que descubras si puede haber match entre vosotros en el caso de que te estés planteando adoptar un amstaff (como se les conoce coloquialmente).
Ágiles, fuertes y sociables con los seres humanos
Aunque, debido a su utilidad original como perros de pelea, los criadores buscaban una apariencia fuerte y musculosa, también se tenía en cuenta que fueran sociables con los seres humanos y que no se volvieran contra ellos. De hecho, cualquiera de estos animales que en la competición desafiara a su dueño, el del oponente o al árbitro, era inmediatamente descalificado y, en general, sacrificado por inservible.
Una vez prohibidas las peleas, los amstaff se empezaron a utilizar para defender fronteras, pastorear ganado y como compañeros de caza. Y es que tienen fama de estar extremadamente pendientes de su dueño y mostrar una actitud de alerta permanente. Es decir, siempre está atento a lo que pasa a su alrededor y es protector con su familia y casa. Además, claro está, de ser muy ágiles.
Como decíamos al principio, es también un perro que tiene fama de violento y agresivo pero lo cierto es que para ello hay que estimular previamente su agresividad. De hecho, muchos dueños de amstaffs afirman que se trata de un animal tranquilo, bueno y sociable si se le educa desde cachorro.
Teniendo en cuenta todas estas características, no es difícil deducir que se trata de una raza que necesita de dueños con conocimientos previos sobre perros y que, además, puedan satisfacer la alta demanda de ejercicio físico, adiestramieno y estimulación que requieren.
Problemas de salud
Al tratarse de una raza popular cuya demanda masiva y descontrolada ha llegado a criadores no profesionales que han cruzado ejemplares sin pruebas de salud, se han generado graves problemas de salud hereditarios como la ataxia cerebelosa (una enfermedad neurológica) y las displasias de cadera y codo.
Licencia PPP y seguro de responsabilidad civil
Aunque la denominación “Perros Peligrosos” no sea del todo adecuada porque la raza no determina el carácter, la ley obliga a los dueños que quieran adoptar un American Stanford a obtener la Licencia para la Tenencia de Perrro Potencialmente Peligrosos.
Esta licencia tiene carácter personal e intransferible por lo que, si sois varias personas las que vais a tener o pasear a la mascota, debéis sacaros todos la licencia. Esta tiene que solicitarse antes de la llegada del perro y tiene un periodo de validez de cinco años, renovable por periodos de 5 años.
Por último, se pide haber formalizado un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros con una cobertura no inferior a 120.000 €. Aunque, en algunos Ayuntamientos, pueden pedir una cobertura mayor.
Fotos | Unsplash
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