La escena de la mantequilla en El último tango en París. Un mito del cine de los 70. Del cine erótico. Del cine, en general. Una escena de la que se ha hablado durante décadas y cuyo eco aún no se ha apagado. No es para menos: se trata de la violación anal de una mujer de 20 años por parte de un hombre de 45, valiéndose de un poco de mantequilla como lubricante. Y, ahora, ha saltado a las páginas de todo el mundo que la actriz nunca consensuó esa escena. Que el abuso fue real. Esta es la historia completa.
Qué esconde la escena de la mantequilla
El último tango en París se rodó en 1972. Su director fue Bernardo Bertolucci, quien ya era un director consagrado (y más que lo fue tras esta película, con la que consiguió la nominación al Oscar). El protagonista masculino era un Marlon Brando de 48 años, en la cima de su carrera, gracias a papeles como el de ese mismo 1972 en El padrino. Incluso alguien que no sepa nada de cine podría dar fácilmente cualquiera de estos dos datos. Pero, ¿quién era la chica?
La protagonista de la película fue Maria Schneider, una joven francesa de 19 años que alcanzó una efímera fama mundial gracias al film y su escena más célebre: aquella en la que es violada mantequilla mediante. Lo que muchos no hemos sabido hasta ahora es que aquellas lágrimas que derramó en la escena, aquella humillación de ser sodomizada contra su voluntad... no fueron ficticias.
Fueron Bertolucci y Brando quienes tuvieron la idea de introducir la mantequilla en la escena de la violación, tras un cruce de miradas durante el desayuno. Solo omitieron el detalle de comentárselo a Maria, quien se encontró con la escena sin haberla consensuado. Brando no la penetró, aunque tampoco sabemos (y es difícil que lo sepamos ya, aunque Bertolucci en su comunicado del 5 de diciembre de 2016, se exime de culpas) a dónde llegaron esas manos llenas de mantequilla. Quizá esos límites marcarían la palabra correcta que debemos utilizar: ¿violación o abuso? En cualquier caso, según Bertolucci, el resto de la escena, todo lo que se puede ver en pantalla, fue real. Incluida la humillación que reconoció haber pasado la actriz.
Las entrevistas de la verdad
Bertolucci reconoció en 2013 que Maria Schneider lo odiaba por todo lo que rodeó a la escena de la mantequilla. «Quería que su reacción fuera la de una chica, no la de una actriz. Quería que sintiera la humillación, que gritara ¡no, no!... Creo que nos odió a Marlon y a mí porque no le contamos el detalle de la mantequilla como lubricante. Aún me siento muy culpable por todo esto». Se sentía culpable, sí, pero no se arrepentía. Los sacrificios que hay que hacer en nombre del arte, ya se sabe...
Esta es la entrevista completa:
El porqué de que esta entrevista, de más de tres años de antigüedad, ha saltado ahora a las primeras planas de medios de todo el mundo es un misterio. No lo es tanto el motivo de la falta de repercusión de una entrevista anterior, la que concedió Maria Schneider al Daily Mail en 2007, explicando que se sintió «humillada y un poco violada por Brando». Era una actriz olvidada hablando de dos dioses de la historia del séptimo arte.
Qué fue de Maria Schneider
Maria Schneider tuvo una vida desgraciada. En esa misma entrevista, reconoció que nunca volvió a rodar un desnudo en el cine. Dos años después de El último tango en París, abandonó el rodaje de Calígula para ingresarse en un hospital psiquiátrico con su pareja, la fotógrafa Joan Townsend. Acababa de declararse bisexual.
Más tarde vinieron años de adicciones, sobredosis, intentos de suicidio... Odiaba la fama que había adquirido tras El último tango: «Empecé a tomar drogas cuando me hice famosa. No me gustaba la celebridad, y mucho menos la imagen pícara que había surgido en la gente tras El último tango. No tenía familia que me protegiera, sufrí abusos, la gente venía a decirme cosas desagradables en los aviones...».
Maria murió de cáncer el 3 de febrero de 2011. Su carrera nunca fue lo que se podía deducir del enorme éxito de uno de sus primeros trabajos, el que la lanzó a la fama. Y, traumatizada o no por los hechos que contó años después, no cabe duda de que su existencia no fue feliz.
Las reacciones de Hollywood a la polémica
Las reacciones de algunas estrellas de Hollywood no se han hecho esperar en las redes sociales. Desde Jessica Chastain a Chris Evans, varios actores, directores y periodistas se declaran horrorizados por la realidad que hemos conocido en los últimos días.
Las cosas han cambiado desde 1972
Afortunadamente, sí, las cosas han cambiado mucho desde 1972. Queremos pensar que, hoy en día, no sería considerado un mito del erotismo una escena que no refleja una relación consentida sino una violación. A una mujer recién entrada en la mayoría de edad, además.
También parece haber cambiado algo desde 2013, cuando la entrevista de Bertolucci en la que reconocía los hechos pasó desapercibida a la opinión pública en general y al establishment de Hollywood en particular. O desde 2007, cuando la propia actriz ya confesó lo que había ocurrido en el set de rodaje sin que se tuvieran demasiado en cuenta sus palabras. Como decía ese último tuit del periodista Howard Gensler, hizo falta que un hombre reconociera los hechos para que les diéramos credibilidad.
Parece difícil poner en duda que Maria Schneider sufrió abuso sexual durante el rodaje de El último tango en París. No diremos «violación» porque, efectivamente, Brando no llegó a consumar la penetración. Pero no se nos ocurre una denominación más ajustada que «abuso» para una escena en que una mujer es sometida contra su voluntad y un producto lácteo se introduce entre sus nalgas sin que ella esté informada de que la escena transcurrirá de ese modo. Aunque lo idearan dos genios del cine.
Imágenes | Gtresonline.
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