Aunque se lo merecen todo, salir a comer para celebrar el Día de la Madre también puede ser machista... y comprar una olla, no

Que el reparto de tareas domésticas todavía es un campo en el que queda camino por recorrer para conseguir la igualdad es algo que sabemos. Que España está a la cola de Europa en esa materia, también. Curiosamente, en lo referente a la cocina, hay cada vez más casas en las que son los hombres los que se ponen el delantal. Entonces, ¿por qué a nadie se le ocurre decir que el Día del Padre salimos a comer fuera para que papá no se pase el día encerrado en la cocina?

Este domingo se celebra el Día de la Madre. Y los restaurantes de toda España se llenarán de familias festejándolo quizá más que en ninguna otra fecha del año. Porque es un día para pasar en familia, un día para celebrar, un día para que a mamá le sirvan la comida y no se pase el día encerrada en la cocina. Un momento. ¿Y qué ocurre con los otros 364 días del año?

Vamos a dejarlo claro: no hay nada malo en salir a comer fuera el Día de la Madre. Solo faltaría. Cualquier ocasión para celebrar algo en familia, sea en casa o en un restaurante, es fantástica. O, al menos, es íntima, personal y una decisión en la que no tenemos nada que decir los demás. Es en el matiz de «para que mamá no tenga que hacer nada» donde las cosas adquieren una pátina de sexismo un poco preocupante.

Ya sabemos que a la mayoría de madres les gusta organizar comidas en las que se reúna toda la familia alrededor de la mesa. Y prepararnos unos cuantos tuppers para llevar con las sobras. Cuesta un poco entender, entonces, por qué precisamente en su día las privamos de ese placer. ¿En qué quedamos? ¿Les encanta cocinar y hacerse cargo de la casa o prefieren sentarse a la mesa de un restaurante y que sean otros los que trabajen?

La otra cara de la moneda son los regalos sexistas. Cada año, cuando llegan estas fechas, nos encontramos con la misma polémica: algunos establecimientos ofertan como regalos especiales para el Día de la Madre lavadoras, aspiradores, planchas, hornos y otros electrodomésticos. Estos últimos días las hemos visto:

"En vuestro día... ¡a vuestros quehaceres, chachas!" <3 (Visto en Alcampo) http://notelotomescomoalgopersonal.blogspot.com.es

Posted by no es nada personal on miércoles, 3 de mayo de 2017

"En vuestro día... ¡a planchar, coser y limpiar, panda de exageradas!" <3 (Visto en Carrefour) http://notelotomescomoalgopersonal.blogspot.com.es/

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Pero ¿y si nuestra madre quiere más que nada en este mundo el último modelo de Thermomix, un robot aspirador o una olla de cocción lenta? ¿No sería más lógico que se lo regaláramos aprovechando la ocasión en vez de volvernos locos a buscar un regalo que le hará menos ilusión? Puede que sí, pero lo que resulta difícil de entender es que algunos quieran convertir el Día de la Madre en el Día de comprar un aspirador para sustituir al que se ha roto. Los establecimientos comerciales que lo ofertan, por un lado; quienes compran, por otro.

Quizá la clave esté en la institucionalización de lo privado. Sí, por supuesto que nuestras madres tienen todo el derecho del mundo a disfrutar de la cocina, de preferir una batidora a una tablet y de querer salir a comer fuera el Día de la Madre porque justamente ese día no les apetece cocinar para diecisiete personas. Solo faltaría que no lo tuvieran. Pero, cuando las grandes superficies publicitan productos domésticos para festejar este día, mientras el Día del Padre las mismas estanterías se llenan de televisores, videoconsolas o aparatos de fitness, están institucionalizando unos roles patriarcales que creíamos superados.

"En vuestro día... ¡a fregar, panda de paranoicas!" <3 http://notelotomescomoalgopersonal.blogspot.com.es/

Posted by no es nada personal on miércoles, 3 de mayo de 2017

Como quizá lo estemos haciendo algunos cuando creemos que les hacemos un gran favor a nuestras madres sacándolas a comer este domingo sin pararnos a pensar demasiado si eso es lo que ella quiere o si es lo que debería ser cada vez que nos reunimos la familia a festejar algo juntos. Porque quizá nuestras madres no necesitan nuestro reconocimiento en su día. Ni siquiera los otros 364. Lo que necesitan ellas, las madres, y la sociedad en general es que las balanzas se equilibren y las comidas familiares y tareas domésticas dejen de ser cosa de madres.

En Trendencias | España, a la cola de Europa en reparto equitativo de las tareas domésticas (según un estudio de Oxford)

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