Cuando pensamos en música machista, en canciones que atentan contra los principios más elementales del respeto a la igualdad, seguro que nos vienen a la cabeza algunos ejemplos de reggaeton o incluso de aquellas canciones antiguas que escuchaban nuestras abuelas. O la polémica con el Cuatro babys de Maluma. Pero pocas veces pensamos en la música que siempre nos ha gustado, que hemos bailado cientos de veces sin pararnos a pensar en la letra. Rock, pop, cantautores, incluso canciones infantiles (aterrador ese «Don Federico mató a su mujer» que acompañó a más de una generación). Y no hablamos ya del mensaje patriarcal que puede esconder mucha de la música romántica sino de letras que hacen apología clara y rotunda de la violencia contra las mujeres. Canciones que, queremos pensar, no tendrían cabida en la sociedad actual, pero que seguimos escuchando y cuyos autores forman parte del Olimpo de ídolos musicales:
Corazón de tiza, de Radio Futura
«Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza por haber escrito mi nombre dentro». Cuando un estribillo es así de contundente, poco más se puede añadir. Por suerte, hoy en día sería impensable que una amenaza de agresión así de clara y directa a una mujer se convirtiera en un hit del pop, como ocurrió con esta canción de Radio Futura en 1990.
La mataré, de Loquillo y Trogloditas
Si en Radio Futura nos asusta una amenaza de paliza en el estribillo, en La mataré, de Loquillo y Trogloditas, pasamos directamente a hablar de asesinato ya desde el mismo título. «Que no la encuentre jamás o sé que la mataré. Por favor, solo quiero matarla, a punta de navaja, besándola una vez más». Efectivamente, muy troglodita. Y una apología de la violencia de género que debería sonrojar a sus autores.
Atrapados en el ascensor, de Un pingüino en mi ascensor
Un pingüino en mi ascensor fue uno de aquellos grupos de la época de la Movida de los 80, cuyos ritmos pegadizos y bailables quizá hacían que las letras nos pasaran más desapercibidas. O que frivolizáramos con su trascendencia. En el caso de Atrapados en el ascensor, el tema de la canción es la planificación de una violación de la que la víctima no podrá escapar. «Yo, que puse toda mi ilusión en esta violación» es la frase final de una canción que, hoy en día, nos pone un escalofrío en el cuerpo.
Una de dos, de Aute
Ni siquiera los cantautores se libran del análisis actual del mensaje sexista que transmiten algunas canciones. Luis Eduardo Aute escribió en 1984 Una de dos, un tema que incluía perlas como «Una de dos: o me llevo a esta mujer o te la cambio por dos de quince, si puede ser». ¿Por dónde empezar? Cosificación de la mujer y un punto de pederastia, en poco más de veinte palabras.
Hoy voy a asesinarte, de Siniestro Total
La corrección política no ha sido nunca precisamente la seña de identidad de Siniestro Total, pero la letra de Hoy voy a asesinarte supera ya todos los límites. Un ejemplo: «Hoy voy a asesinarte, nena. Te quiero, pero no aguanto más. Hoy voy a asesinarte, nena. No me volverás a engañar». En la línea de Loquillo, otra apología del feminicidio que nos aterra pensar que escuchábamos hace poco más de tres décadas.
I Used to Love Her, de Guns'N'Roses
Por supuesto, no es el español el único idioma en el que encontramos letras aterradoras. En inglés no se libran ni los mitos del rock, como Guns'N'Roses, quienes, en el tema I Used to Love Her, de 1988, decían cosas como que «La amaba, pero tuve que matarla, ponerla seis pies bajo tierra, y todavía puedo oírla quejarse». Y una vez más: apología del asesinato machista.
Every Breathe You Take, de The Police
Que una canción sea popular (y puede que una de nuestras favoritas) no siempre significa que conozcamos lo que esconde su letra, especialmente si está escrita en otro idioma. Y es que Every Breath You Take puede haber pasado a la historia como un paradigma de lo romántico, pero, en realidad, es una muestra de acoso puro. Para muestra, un botón: «Cada aliento que tomes, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, te estaré vigilando. Todos y cada uno de los días, y cada palabra que digas, cada juego que juegues, cada noche que te quedes, te estaré vigilando».
Run For Your Life, de The Beatles
Ni los Beatles se libran de la revisión histórica de sus letras. Run For Your Life es un tema de 1965 cuya retórica se aleja bastante de los lemas de paz y amor que caracterizaron a la banda más adelante. Al menos, en lo referente a las mujeres. El mejor ejemplo es el propio comienzo de la canción: «Prefiero verte muerta, nena, antes que con otro hombre».
Imágenes | Gtresonline.
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