El actor que no amaba a las mujeres: los insultos de Toni Albà a Inés Arrimadas indignan en la campaña catalana

Que el clima político en Cataluña está convulso es algo que nadie pone en duda. La campaña electoral continúa la crispación que lleva presente durante todo el procès, y ese ambiente ha llegado a tonos muy duros en las redes sociales. Una de las personas que más ha estado en el punto de mira desde el comienzo es Inés Arrimadas, la candidata de Ciutadans a la presidencia de la Generalitat. Y, en su caso, los insultos han cobrado en demasiadas ocasiones un tinte machista. El último ejemplo lo hemos visto en un tuit del actor Toni Albà, que se ha referido a ella (supuestamente) con el insulto estrella que recibimos las mujeres: «puta». Para ser exactos, «mala puta». Ahí queda eso.

Cuando Inés va en ruta, las pelotas fuera, chuta, de los lodazales sale sucia, salpicada, nada enjuta. Se disfraza dentro de la gruta, en demócrata se transmuta, sueña que votos escruta y grita «¡míos!» la mala puta.

Este es el tuit que subió ayer a su cuenta de Twitter el actor Toni Albà, conocido por su participación en el programa Polònia de TV3, donde se ha hecho muy popular por sus imitaciones del rey emérito. El cómico saltó a los titulares hace unos meses por una razón similar, en su caso a causa de insultos a la jueza Lamela, la magistrada que envió a prisión a varios exconsellers de la Generalitat y a los Jordis. Por esa serie de tuits está imputado por un delito de injurias.

Quizá por ello, por el miedo a una nueva demanda, el actor se ha salido cobardemente por la tangente ante las reacciones al tuit, que han sido de condena unánime y apoyo a la política de Ciutadans. Ha pedido disculpas, sí, pero ha afirmado que en ningún momento se refería a Arrimadas, sino a una «Invención Natural Escrupulosa Solidaria».

No es la primera vez que Inés Arrimadas se enfrenta a un trato diferente al que reciben sus compañeros o rivales políticos, por la única diferencia de ser mujer. Desde destacar su ropa o su aspecto frente a las opiniones políticas de otros parlamentarios hasta la infame publicación en la que una usuaria de Facebook le deseaba una violación en grupo. Ella misma ha participado en un vídeo explicando los micromachismos que ha sufrido a lo largo de su carrera. También ha reaccionado en Twitter a las palabras de Albà:

Inés Arrimadas puede gustar o no como opción de gobierno para la Generalitat. Las urnas lo dirán el 21 de diciembre. El debate político puede ser duro y las redes sociales nos han dado la oportunidad a todos los ciudadanos de expresar libremente nuestras opiniones. Pero hay una línea que, cuando se cruza, dice más de quien descalifica que de quien es descalificado. Y seguir llamando «puta» a una mujer cuando se está en desacuerdo con ella es una buena muestra del machismo más rancio. ¿La buena noticia? Que en 2017 somos más conscientes que nunca de ello.

Imágenes | Gtresonline.

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