El asesinato de Jessyca Bravo ha conmocionado a la ciudad alicantina de Elda. Con solo 28 años, a las puertas del colegio de su hijo, y con su niño de seis años de testigo del suceso, ha sido una nueva víctima de la violencia de género a las manos de su ex-pareja (la 49º en lo que llevamos de año), quien se suicidó tras darla cinco tiros en la cabeza. Sin embargo, su trágica muerte permitirá que otras personas puedan vivir gracias a la donación de órganos que ha autorizado la familia.
Su corazón ha sido trasplantado con carácter urgente a un receptor en lista de espera tras dar positivas las pruebas de compatibilidad. Jessyca entró en muerte cerebral tras los disparos y 24 horas después fallecía en el hospital, lo que permite que el resto de sus órganos intactos puedan servir para salvar otras vidas.
Holi. Él tenía orden de alejamiento, se la saltó por el móvil, ella denunció, hoy a ido al juzgado por la mañana y la ha matado por la tarde en la puerta del cole de sus hijos delante de todos los niños.
— Simplicíssimus (@Eccehumus) 8 de noviembre de 2017
Era la camarera del bar de mi barrio.
Asco y dolor. pic.twitter.com/rUGJX2JJtA
A Jessyca no le sirvió de nada que hubiera denunciado 4 veces al padre de su hijo, ni que hubiera una orden de alejamiento y de comunicación contra él, que él se saltó al llamarla por teléfono varias veces. El miércoles, su ex pareja Imanol Castillo, de 31 años estaba citado en un juzgado de Novelda para someterse a un juicio rápido por un supuesto delito de amenazas a la víctima. Esa misma tarde se presentó en el colegio de su hijo, cuando Jessyca iba a recogerle, y le disparó cinco veces con su hijo de testigo y delante de todos los niños y padres del colegio.
Vía | El Español, Diario Información
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