Connie Inglis es una joven británica de 23 años que lleva prácticamente toda su vida luchando contra la anorexia. Tiene problemas con su aspecto desde que tenía apenas 10 años, lo cual le llevó a caer en trastornos alimenticios, anorexia y, finalmente, a un ingreso hospitalario contra su voluntad. Ahora ha cambiado el chip, ha conseguido superar este momento tan oscuro y utiliza Instagram para compartir su mejora e inspirar a muchos otros que sufren por lo mismo. Esta es la historia de su diario audiovisual lleno de esperanza y body positive.
Cuando era más joven, Connie cayó por completo en la anorexia, siendo incapaz de recuperarse ni queriendo hacerlo. "Ni siquiera me importaba vivir o morir, me daba igual. Solo quería perder todo el peso. Llegué al punto en el que estar en el hospital no era suficiente, lo único que lo habría sido era que mi corazón se parara. Eso era lo único que habría satisfecho mi anorexia" cuenta la joven británica en una entrevista con BBC.
Y entonces todo cambió. Porque Connie fue despojada de su voluntad y considerada una incapacitada mental, lo que le impedía decidir sobre sus propios tratamientos. Le pusieron un tubo gástrico para alimentarla y la forzaron a recuperar el peso que necesitaba. "Al principio fue muy duro ver los kilos subir y no poder hacer nada" cuenta la joven, pero sus seres queridos le dieron el apoyo que necesitaba. "Mis mejores amigos y mi novio venían a verme todo el tiempo y mis padres estaban allí todo el día. Estaban ahí para recordarme que debía intentarlo. Y lo hice. Por primera vez en mi vida me di cuenta de que quería a esas personas más que a mi enfermedad. Así que luché como si no hubiera un mañana."
Su determinación por salir adelante caló y Connie mejoró. De hecho, lo hizo tanto que su caso se ha convertido en un ejemplo para miles de jóvenes que pasan por lo mismo. Ahora, con un cuerpo y una mente curados y mejorados, ella utiliza su cuenta de Instagram para documentar su recuperación, contando sus momentos buenos y sus momentos malos en el camino para salir de este desorden alimenticio.
"Llevo metida en esto más de 10 años y aún tengo que luchar pero ahora veo la luz al final. Sé que la lucha merece la pena. Sé que los kilos no tienen importancia. Quiero que sepáis que es posible salir de la oscuridad. Mis problemas no se han ido y aún tengo esos pensamientos, pero soy suficientemente fuerte como para resistir."
Basta con darse una vuelta por su cuenta de Instagram para darse cuenta de lo empoderadora y fuerte que resulta esta joven británica y de lo mucho que puede ayudar a otras personas que estén pasando por lo que ella lucha por superar. Ahora se ha convertido en una embajadora del body-positive, de la belleza fuera de los cánones y en un ejemplo a seguir. Porque como ella misma dice, #PositiveBeatsPerfect (el positivismo vence a la perfección). Y para probar esta afirmación suya, ella misma da una serie de datos que demuestran que nuestro físico no nos define y que merece la pena tener siempre en mente:
Naturalmente, las mujeres tienen más grasa corporal que los hombres, porque la evolución nos prepara para poder crear vida (¡no es que tengamos que hacerlo!).
90% de las mujeres tienen celulitis. ¡Es natural!
Los pechos pequeños también son bonitos. ¡Lo son todos los pechos!
El espacio entre los muslos depende del tamaño de tus caderas, no de tu peso.
Tu valor como persona no está determinado por tu peso.
La tripa se dobla cuando te sientas. No importa la talla que tengas.
Muchísima gente crece odiando sus cuerpos porque nos dicen que debemos ser mejorados. ¡Eso es mentira! Tu cuerpo no es el problema. Perseguir un cuerpo perfecto nunca me ha hecho feliz, aceptar el mío sí.
"He pasado la vida rodeada de imágenes de cómo el cuerpo de una mujer debería ser. Y sinceramente, es jodidamente confuso. Quiero decir, cambia continuamente. Cuando tenía 10 años me dijeron que tenía que estar delgada. Cuando tenía 14 años me dijeron que tenía que estar esbelta y en forma. Cuando tenía 16 años me dijeron que tenía que ser sexy. Cuando tenía 20 años me dijeron que el curvy era lo que estaba de moda...pero que no olvidara que tenía que ser la forma adecuada de curvy. Pero aunque lo llevo intentando durante años nunca he conseguido ser el tipo perfecto de belleza. Así que que le den. Seré mi propio tipo de belleza. Seré mona. Lo petaré con estos pechos pequeños. Me teñiré el pelo de todos los colores y me haré los tatuajes que me gustan- Me pondré lo que quiera y posteare lo que quiera. Me maquillaré o no. Comeré lo que me apetezca sin sentirme mal por ello. Incluso lo petaré con mi celulitis y mis pequeños michelines. Incluso en mis días malos, cuando me hunda a mi misma por no ser el tipo adecuado de belleza, simplemente me recordaré que soy mi propio tipo de belleza. Y os juro que eso es todo lo que necesitas ser."
Fotos | @my_life_without_ana.
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