No corren tiempos fáciles para ser feminista. O todo lo contrario, quizá estemos encontrando en los últimos tiempos más motivos de lucha que nunca. Tras esta dura semana en que nos desayunamos a diario con noticias sobre el juicio a «la manada», hoy recibimos sorprendidos el lanzamiento de una nueva app que, en palabras de su creador, el abogado José Luis Sariego, sirve para evitar posibles denuncias falsas de agresión sexual. Y Twitter ha explotado de indignación.
La página de la app en Google Play indica cuál es su funcionamiento: dos personas conectan por Bluetooth con el objetivo de mantener una relación sexual y, antes de ese momento, se intercambian un consentimiento de la relación, del cual se enviarán copias por email a ambos interesados. ¡Qué ideaza! ¿Cómo no se le habrá ocurrido a nadie antes?
Los motivos de la indignación en Twitter son muchos y variados, casi tantos como lagunas se pueden encontrar en la motivación de la app. ¿Recordáis eso del «'no' significa 'no'»? Pues no creíamos que fuera necesario seguir recordándolo, pero parece que sí. Vamos allá: 'no' significa 'no' en cualquier momento de la relación. Aunque antes te haya parecido buena idea. Aunque hayas firmado un consentimiento. Las mujeres (o los hombres, of course) podemos cambiar de idea de camino al lugar elegido para consumar el asunto, o en el momento de sacarnos la ropa, o incluso a mitad del acto, porque la otra persona haga algo que no nos gusta, apetece o parece correcto.
¿A que mente retorcida se le ocurre hacer algo asi? En qué momento un individuo puede planificar las relaciones sexuales ¿Y si algo no va bien? ¿Y si se pone violento durante la relación? ¿Y quedo y no me apetece en ese momento?. Yo ya he marcado como inadecuado 👍
— makarregi (@makarregi) 16 de noviembre de 2017
Bien, queda claro que iSex es una app retrógrada, que ni siquiera ha entendido algo tan básico como eso. Además, es inútil, ya que, si decidimos decir que no en algún momento de la relación, un consentimiento firmado con anterioridad no anularía el hecho de que, si ese «no» se ignora, estaríamos ante un delito contra la libertad sexual.
Pero un documento privado nunca puede ir contra una ley. Como el cannibal ese y el pirado que firmaron que se lo podia comer, se lo comió y fue a la cárcel, claro. Pues esto igual, si la tia a mitad de faena dice que no, por mucha app si sigue le podría denunciar
— Siri (@siripadawan) 16 de noviembre de 2017
También es profundamente inapropiado que salga a la luz en este momento concreto. Hacer coincidir el lanzamiento con el juicio por presunta violación grupal de Pamplona suena un poco bastante oportunista, especialmente cuando los sectores más tabernarios del machismo están haciendo bandera de las (muy discutibles) denuncias falsas. Y hacer oportunismo con la posible violación de cinco hombres a una chica de dieciocho años... no parece una gran idea.
Pero iSex tiene una cara positiva. Muy positiva. De hecho, es probable que debamos olvidar todo lo dicho hasta el momento y considerar que esta app es una gran noticia para todas las mujeres. Porque... imaginemos la situación de que un hombre nos proponga usar iSex una noche cualquiera:
—Mira, churri, antes de irnos a mi casa... instálate esta app.
—Ah, vale, ¿qué es? ¿Para pedir un Uber?
—No, ¡qué va! Es un sistema para que me firmes un consentimiento para la relación sexual que vamos a mantener.
—¿Disculpa? [Cara de confusión]
—Sí, es una idea genial. Así, pase lo que pase entre nosotros, no podrás denunciarme.
—Ah, ¿pero piensas hacerme algo susceptible de denuncia? [Cara de pánico]
—¡Que va! Si tú vas a aceptar que te haga de todo, mujer, y así nos ahorramos ese tonto trámite de que me denuncies si a mitad de tema cambias de idea.
—Ah, perfecto. Espérame fuera, ya si tal, que ahora tengo que ir a contarles a mis amigas que alguna mente brillante ha inventado una app para detectar capullos.
Definitivamente, son injustas las malas valoraciones de esta app en Google Play. Veníamos necesitando desde hace tiempo que alguien inventara un detector de imbéciles. Así que quedémonos tranquilas: son los machistas de siempre, los que no van a cambiar y gritan a los cuatro vientos los tópicos sobre denuncias falsas, hombres maltratados y feminazismo. Lo bueno de todo es que ahora han decidido sacarse la careta y mostrarnos, móvil en mano, su verdadera naturaleza.
En Trendencias | No, la chica (presuntamente) violada por «la manada» no puede tener una vida normal. Ojalá le dejemos tenerla.