«Juana está en mi casa», la respuesta viral al caso de la madre que ha huido para no entregar a sus hijos a su maltratador

El caso de Juana Rivas mantiene en vilo a la opinión pública española desde hace días. Una noticia que pone de manifiesto las lagunas que existen en la justicia en los casos en los que se juntan custodias de menores y condenas por violencia machista. Juana ha huido con sus hijos para evitar tener que entregarlos a su padre, condenado por un delito de lesiones en el ámbito familiar. La ola de solidaridad que ha seguido a su fuga con sus hijos se resume en una frase: «Juana está en mi casa», con la que miles de usuarios de las redes sociales han querido solidarizarse con ella.

El drama de Juana comenzó el año pasado, cuando se divorció de su marido y huyó de la pequeña isla de Carloforte, en Italia, donde ambos vivían junto a sus hijos, que ahora tienen tres y once años. Aunque el drama real había empezado mucho antes. Juana afirma que vivió una situación de violencia física y psicológica durante todo su matrimonio, y ya en 2009, su marido, Francesco Arcuri, fue condenado a tres meses de cárcel (que no tuvo que cumplir) y un año de alejamiento por un delito de lesiones en el ámbito familiar. Cuando regresó a España en 2016, Juana presentó una nueva denuncia por maltrato, que se encuentra paralizada a la espera de ser traducida para su envío a Italia.

Lo que ha hecho que el caso salte a todas las portadas es la noticia de que un juzgado de Granada ha obligado a Juana a que entregue a sus hijos al padre para que regresen a Italia, donde, según el abogado de Arcuri, Juana podrá ejercer sus derechos de petición de custodia. Desde la defensa del padre no se niegan los delitos de los que Juana lo acusa, sino que se mantiene que estos no tienen nada que ver con los menores. Al parecer, Juana habría pactado con él que pasaría el verano de 2016 en España con los niños y después los devolvería a Italia, cosa que no ocurrió.

El pasado miércoles, a las 16.30, Juana habría tenido que entregar a sus hijos a su padre, pero no se presentó. Había huido de su pueblo, Maracena, en Granada, para evitar el cumplimiento de la resolución judicial. El abogado del padre, Adolfo Alonso, ha declarado que se trata de un delito de desobediencia a la autoridad judicial y que, si desaparece con los menores, pasaría a la categoría de secuestro penal.

El caso de Juana ha desatado una ola de solidaridad que comenzó en su pueblo y ha continuado en las redes sociales. Además del apoyo por parte del área de Igualdad del Ayuntamiento de Maracena, el pueblo amaneció ayer con muchos negocios mostrando un cartel con el lema «Juana está en mi casa», una forma de mostrar algo que se ha repetido muchas veces en las últimas horas: que muchas mujeres habrían hecho lo mismo que Juana.

El mensaje caló hondo y se expandió rápidamente por las redes sociales. #JuanaEstáEnMiCasa se convirtió en trending topic ayer en Twitter y diferentes memes con esas palabras se difundieron en Facebook e Instagram, tanto por parte de usuarias anónimas como de algunas figuras reconocibles, como Teresa Rodríguez o la presidenta andaluza Susana Díaz, quien ha informado de que el gobierno andaluz le proporcionará asistencia jurídica. También en WhatsApp, se ha hecho viral utilizar el siguiente mensaje como estado: «Hola, Juana. No sé dónde estás, pero si lees esto quiero que sepas que puedes contar conmigo para esconder a tus hijos. Seguro que con muchas otras mujeres también».

Juana Rivas no ha entregado, tal y como dictaba una sentencia judicial, a sus hijos al padre de los mismos. No lo ha...

Posted by Mente Sana on jueves, 27 de julio de 2017

Por el momento, nadie busca a Juana Rivas. Ni la autoridad judicial ha ordenado su localización ni el abogado del padre ha recurrido a la vía penal para denunciar el secuestro.

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