Las mujeres siempre han tenido gran protagonismo en la saga galáctica más mítica de la historia del cine. Pero este ha sido también un camino repleto de altibajos y no siempre los roles femeninos han tenido la fuerza que esperábamos.
El rol de las últimas protagonistas de Star Wars ya no es el de la princesa que hay que rescatar, ni el de la mujer vencida al amor, sino que son las protagonistas, las responsables de su propia vida y de la trama de acción. En línea con las superheroínas de la vida real.
Hace más de treinta años Star Wars entró en nuestras vidas y no sólo inauguró una saga de cine mítica, también rompió muchísimos esquemas.
Uno de ellos fue el papel de la mujer en las películas de aventuras y ciencia ficción. Millones de niñas de repente descubrieron que ellas podían ser también las heroínas, personas valientes y fuertes, responsables de liderar misiones de rescate, capaces de empuñar una pistola láser y acertar en el blanco tan bien como sus compañeros varones.
Leia no era una princesa en apuros esperando a ser rescatada
El personaje de la princesa Leia interpretado por Carrie Fisher no se parecía a nada que se hubiera visto antes. Sí, Laia era una princesa, pero no respondía para nada a los cánones no escritos en el cine sobre cómo se comportaban y eran las princesas: era la líder de la rebelión, tremendamente mandona, tenía un fuerte carácter, ni siquiera era terriblemente guapa y vestía algo parecido a un hábito monacal.
“Pues vaya rescate”, pero no se conformaba con quejarse, sino que inmediatamente le arrebataba una pistola láser a Luke, disparaba sobre el conducto y montaba una estrategia en un periquete: “alguien tiene que salvarnos”.
Es una lástima que en las dos siguientes películas de la saga creada por George Lucas, el papel de Leia se desdibujara un poco y perdiera esa fuerza que nos fascinó. Y aunque los máximos defensores de la princesa y de su fuerte personalidad nos recuerdan una y otra vez que fue ella la responsable de acabar con la vida de Jabba The Hut en El retorno del Jedi, pesa más su imagen en bikini, tremendamente sexualizada y un cambio radical respecto al atuendo que sacaba en la primera película, o los kilos que los productores de la película le hicieron adelgazar porque todavía tenía "grasa de bebé".
Episodio I: la amenaza contra lo conseguido y el papel de Padme
La Amenaza Fantasma, la pre-cuela de Star Wars que se estrenó en el año 1999 fue una decepción para muchos de los seguidores de la saga. Pero también para los que esperaban que el universo Star Wars siguiera siendo un universo feminista, que fuera más allá con roles atrevidos, diferentes y rupturistas.
Para muchos la reina Amidala interpretada por Natalie Portman fue una grandísima decepción, no especialmente en la primera de las tres películas, pero sí en su evolución a partir de El ataque de los clones, cuando su papel se vio reducido a un puro interés romántico y se perdió toda la fuerza que podría haber tenido.
Para la crítica es sin duda el peor personaje femenino de la saga. Una mujer interesante, la más inteligente de su planeta que es reina y luego senadora, pero que a pesar de todos esos valores pierde la voluntad de vivir cuando el amor de su vida se vuelve hacia el Lado Oscuro.
Es interesante hasta a nivel de vestuario. Mientras que la princesa Leia vestía ropa simple y cómoda, casi parecida a la que llevaban sus compañeros de aventura, Padme Amidala cambia de vestuario prácticamente en cada escena y lleva trajes barrocos y ostentosos. O ropa tremendamente sexualizada o que se rompe justo por el sitio adecuado para mostrar más de lo debido.
Episodio VII: el despertar del feminismo con Rey
“Puedo correr sin que me des la mano”.
Sí, Rey era la heroína que estábamos esperando en un mundo de hombres como ha sido tradicionalmente la ciencia ficción.
Una mujer capaz de llevar todo el peso de la trama y que es la que salva a los demás, la que pilota la nave y la que no necesita ni gestos condescendientes ni caballerosidades. Es una igual. Fuerte, poderosa y libre para tomar sus propias decisiones. Una mujer que no necesita reivindicar nada, simplemente actúa como una feminista.
Y eso es algo que también se nota en el diseño de su personaje y en la ropa que lleva, casi similar a la que llevaba el anterior protagonista legendario de la saga: Luke Skywalker. Rey viste ropa cómoda, inspirada en la ropa oriental, perfecta para moverse, para luchar, correr, escalar y ser ella misma. Al igual que la princesa Leia, Rey no es guapísima de manual, pero es que ni su físico ni sus intereses románticos son importantes para la película.
Pero Rey no es un caso único. En El despertar de la Fuerza hay otros personajes femeninos igual de fuertes, regresando de nuevo al punto de partida con la princesa Leia, que sigue siendo un líder respetado y al mando de una fuerza, que no ceja en sus objetivos y en erigirse como la persona responsable de mantener a salvo la galaxia. Ya no es una princesa, es la General Leia Organa.
Y no olvidemos a la villana: los soldados Imperiales tienen a una mujer como capitana, la Capitán Phasma. Y tampoco está sexualizada, pues apenas le vemos el rostro.
Más y más mujeres en situaciones de poder, tanto en el lado del bien como en el lado del mal. Un paso adelante necesarios en un universo que ya fue pionero hace décadas y aceptó el feminismo con naturalidad.
Rogue One: la consolidación del nuevo rol de la mujer en el universo Star Wars con Jyn Erso
El estreno del trailer de Rogue One destapó una oleada de críticas y provocó una monumental polémica. Para muchos fans del Universo Star Wars que tras El Despertar de la Fuerza, volviera a ser otra mujer la protagonista de una película de la saga era demasiado, el límite tolerable y se acusó a los productores de dejarse llevar por la presión feminista.
Nuestros compañeros de Blog de Cine ya han visto la película y les hemos preguntado directamente qué pensaban del papel de Jyn Erso, la protagonista interpretada por Felicity Jones.
Cuando le preguntamos a Mikel Zorrilla, responsable del artículo de Blog de Cine y una de las personas que ha podido ver la película en pre-estreno, qué le parecía el hecho de que la protagonista fuera mujer, si era importante o marcaba el desarrollo de la trama de la película, esto es lo que nos ha respondido: "me ha gustado de las dos últimas de Star Wars que hayan abordado eso desde la normalización absoluta, es decir, que el hecho de ser una mujer no sea un factor realmente decisivo, sino que el personaje simplemente lo es y que no hay que subrayarlo constantemente, ya sea para ir "de guay" por tener una protagonista femenina cuando, por desgracia, no abundan, o para realmente distinguirse". En su crítica destaca de Jyn que "es una mujer aguerrida y capaz de cualquier cosa, pero a la hora de la verdad sabe a poco, quizá por no tener el espacio adecuado para expandir su personaje en lugar de lidiar con sus cambios sin poder ahondar en ellos".
Está claro que la sombra del imperio siempre puede volver a cernirse, pero la rebelión del feminismo en Star Wars comenzó hace años y una mujer vuelve a encarnar el papel protagonista, indemne a las críticas y con el objetivo de conseguir la definitiva igualdad.
Fotos| Star Wars
En Trendencias|¿La Fuerza se pone de parte del feminismo o es sólo que Star Wars quiere hacer más caja con nosotras?
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