Hasta el 44,3% de los nuevos emprendedores son mujeres. Y que la emprendedora sea mujer favorece el éxito de la empresa, reduciendo el número de empresas que cierran cuando el liderazgo es femenino (según el Informe GEM de 2016). Y estas emprendedoras son nuestras heroínas modernas: superan las adversidades, demuestran capacidad de liderazgo, de gestión de equipos, y una gran iniciativa para sacar adelante una idea brillante que probablemente sea la mayor ilusión de su vida.
Los datos de los estudios demuestran que hay muchas más mujeres emprendedoras de las que creemos, hay hasta 650.000 mujeres empresarias en España, sin embargo, muchas se mantienen anónimas, fuera de los focos, centradas en sacar adelante su proyecto y trabajando de día y de noche en su empresa, pero en cuanto rascamos un poco las vemos trabajar duro al frente de su empresa y llevando el peso de su proyecto. Son nuestras heroínas porque trabajan fines de semana, en vacaciones o cuando haga falta, y con ello crean riqueza, dan un servicio y un producto que gusta a sus clientes, y crean empleo luchando contra todas las trabas y obstáculos.
¿Cómo surge el emprendimiento?
El emprendimiento es el redescubrimiento de una pasión: conectar de nuevo con lo que te apasiona, con tu talento oculto, con lo que se te da bien, con tu hobbie favorito. Es una inquietud que has sentido ahí y que un día decides retomar para convertirla en tu profesión y en tu futuro. Por eso los emprendedores se apasionan con un proyecto y para ellos es como una droga a la que dedican trabajo, esfuerzos y desvelos días y noches. Es un camino de realización personal.
Según datos del estudio Emprendiendo realizado por Kaleidoscopic - Kanpai! realizado en noviembre de 2017, los principales motivos para emprender de las mujeres son los siguientes:
- Decisión propia: necesidad de asumir nuevos retos.
- Empujadas por un despido.
- Por maternidad: madres recientes que buscan una profesión que les permita compatibilizar trabajo y familia.
- Inestabilidad laboral.
- Cambios de residencia.
Según datos del Informe GEM 2016, la decisión de emprender se debe un 26% a un caso de necesidad, un 70,2% por oportunidad y un 3,8% a otros motivos.
El emprendimiento es un proceso de madurez, surge en muchas ocasiones por la frustración ante la experiencia laboral y del reto de la superación. Las mujeres son conscientes de las diferentes oportunidades laborales que tienen como mujer, y más aún si son madres. La nueva oportunidad laboral de crear su propia empresa, es una experiencia profesional que les enriquece como trabajadoras y como personas, ayudando a realizarse, convirtiéndose el camino del emprendimiento en un aprendizaje continuo.
Hemos hablado con Alicia Ro, comunicadora especializada en técnicas para Hablar en Público y Marca Personal, www.aliciaro.com, y con Carmen Rodríguez Mazo, Directora Ejecutiva de TOCH Studio, www.toch.tv, que nos han contado su experiencia en el camino del emprendimiento.
"Empecé a sentirme desubicada en mi trabajo. Algo internamente me decía que mi tiempo allí había terminado y gracias a gestionar mi Marca Personal, pude conocerme mejor. Emprendí mi propio proyecto, relacionado con actividades con las que disfruto y para las que valgo", Alicia Ro
¿Cómo se vive el emprendimiento si eres mujer?
Las emprendedoras gestan su idea de negocio con la necesidad de aportar valor, con la responsabilidad de contribuir a la sociedad, incluso creando un beneficio emocional que va más allá de los productos y servicios de los negocios tradicionales.
Durante el proceso, el valor se multiplica, cada logro, cada acción, cada fracaso se celebra porque ratifica el camino del aprendizaje y del esfuerzo. Cada pequeño logro se celebra y cada fracaso forma parte del camino de aprendizaje.
"La ilusión puede con todo porque es un proyecto personal", Carmen Rodríguez Mazo
Hay que investigar, formarse e informarse, y sobre todo, estar atenta a las ayudas a las mujeres que hay en las instituciones, que van desde el asesoramiento hasta la financiación, y que pueden ayudar a centrar tu idea. Conocer a otras mujeres que han vivido lo mismo que tú e informarte de las novedades puede dar fuerza a tu proyecto y a tu decisión.
Las dificultades que implica el emprendimiento
El emprendimiento es un salto al vacío, da miedo y vértigo porque supone romper los cánones establecidos socialmente. Es un cambio de hábitos y de mentalidad. Se sacrifica la seguridad y la estabilidad a cambio de la libertad de crear algo propio en el que tú eres el director de orquesta.
"Lo más complicado con lo que estoy aprendiendo a convivir es la incertidumbre y la montaña rusa de emociones que supone pasar de épocas de muchísima actividad a otras más tranquilas", Alicia Ro
Es complicado creerse a una misma y valorar lo que estamos haciendo y consiguiendo. Las emprendedoras tienen dudas acerca de sus propias capacidades. Su nueva trayectoria profesional se puede ver cuestionada social y económicamente.
Además, las mujeres lo siguen teniendo más complicado que los hombres también como emprendedoras, encontrándose con barreras visibles e invisibles, que desde las instituciones públicas se intentan mitigar y compensar con ayudas:
- No se les empodera igual que a los hombres. El empoderamiento es el poder para crear y transformar tu propia vida y muchas mujeres no son conscientes de ello.
- Hay cierta condescendencia social que les resta empuje y credibilidad.
- Siguen absorbiendo la mayor parte de la gestión y el cuidado del hogar de forma paralela al emprendimiento.
"Ser emprendedora, mujer y madre es una dificultad añadida, porque ellos todavía delegan en nosotras así que nuestra agenda es muy complicada", Carmen Rodríguez Mazo
El fantasma del fracaso es algo que siempre está ahí, y el proceso de emprendimiento es largo y duro, y muchas veces sienten la soledad y el agotamiento.
Los valores heroicos de una emprendedora
Según datos del estudio Emprendiendo realizado por Kaleidoscopic - Kanpai! realizado en noviembre de 2017, éstas son las principales características de las mujeres emprendedoras.
- Determinación: son mujeres preparadas, y capaces, que tienen una meta y van a por ella, no quieren renunciar a su desarrollo personal y profesional. Quieren ser las protagonistas de su historia. Son independientes y aventureras.
"Mi inconformismo, responsabilidad, capacidad de lucha y de trabajar duro, voluntad, constancia, ganas de aportar y pasión por los temas en los que estoy enfocada me han ayudado en el proyecto", Alicia Ro
- Autenticidad. Crear una empresa les permite reencontrarse con ellas mismas, con lo que son y con lo que quieren ser.
- Libertad. Son mujeres que quieren llevar las riendas de su trabajo sin tener que dar explicaciones a nadie. En lo profesional, ellas son responsables de sus logros y de sus errores, en lo personal, ser emprendedoras les permite gestionar su propio tiempo, su propio ocio, su ritmo, aunque suponga trabajar más horas al día.
- Capacidad de transformación. Tienen valores como flexibilidad, proactividad al cambio, aprendizaje continuo, atención a lo que las rodea. Los cambios se ven como algo positivo, que enriquece y que forma parte del viaje.
"Lo mejor es poder decidir sobre tu futuro laboral, cuando arriesgas o cuando eres más conservadora", Carmen Rodríguez Mazo
- Aprendizaje. Se aprende con la experiencia, se integra ese conocimiento en la creación de la empresa y se aporta esos conocimientos también a los demás. Ese aprendizaje alimenta su proyecto porque es su pasión.
"La curiosidad por lo nuevo, las ganas de aprender y saber de muchas áreas diferentes fuera de mi especialidad, estar atenta a las nuevas tecnologías, y a las nuevas herramientas, es algo que me ha ayudado mucho", Carmen Rodríguez Mazo
- Autosuperación. Son capaces de superar sus propios límites profesionales y personales, hacerle frente a los miedos, sentirse capaces y salir adelante tirando del proyecto. El final del camino es una gran satisfacción por haberlo logrado.
- Autoexigencia. Las emprendedoras demuestran una máxima implicación en el proyecto. Una energía y una pasión que se contagia a los que les rodean. Es un proyecto personal que se hace con mimo, al detalle, con cariño y dedicación constante.
"A veces eres tu peor jefe, y otras veces eres más indulgente contigo misma", Carmen Rodríguez Mazo
- Revisión de los cánones laborables establecidos. El espacio personal, las horas de trabajo, la jornada laboral, la dinámica del día a día de la empresa cambia y se adapta a las necesidades.
"Es un lujo ser la gestora de mi tiempo, organizar mi agenda con libertad sin ceñirme a unos horarios de "oficina" y poder trabajar muchos días desde casa", Alicia Ro
Hacia un nuevo modelo de negocio
Las nuevas empresas se centran más en el ser humano. El éxito económico es importante pero no fundamental. Tiene cabida lo emocional y la persona frente a la empresa. No se trata tanto de controlar, planificar y ejecutar como de dejarse llevar a veces por la intuición. La empresa se centra en cubrir las necesidades (de los clientes, los empleados) en lugar de en los números. El núcleo de la filosofía de la empresa son la responsabilidad compartida, el desarrollo profesional como equipo, la transparencia y la implicación en las decisiones.
Este nuevo modelo de negocio puede ayudar a convertir la sociedad y el mundo empresarial en algo más humano y cooperativo, que se preocupe más por las personas y que beneficie por igual a todos, a hombres y mujeres.
Estas mujeres emprendedoras se convertirán en un referente para futuras generaciones de mujeres. Es importante cuidarlas y apoyarlas por la gran labor de transformación del mundo laboral que están haciendo.
Fuente | Datos del estudio Emprendiendo realizado por Kaleidoscopic - Kanpai! realizado en noviembre de 2017.
Fotos | Unsplash Andrew Neel, Rawpixel, Rawpixel
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