Los vasos reutilizables son, a menudo, un souvenir que los asistentes a Festivales se llevan a casa como recuerdo y prueba de haber estado allí. Incluso, si son asiduos a este tipo de eventos, llegan a elevar la apuesta a convertirlo en una colección que ampliar. Sin embargo, hacer esto atenta directamente contra la misma razón de ser de que en los festivales se empleen vasos reutilizables.
Cualquiera que haya ido a un festival de música alguna vez en su vida sabe que el material del que están hechos los vasos en los que se sirve la bebida dentro del recinto es de plástico. El motivo es que, aunque no sea el material más eco-friendly del mundo, sí es mejor opción que el cristal en este tipo de eventos. Y es que ya sabemos la facilidad con la que se rompe un vaso o una copa de dicho material...
Y es que el objetivo de los festivales al implantar el modelo del vaso reutilizables es justamente el opuesto: poder reutilizar estos recipientes, no solo durante los días que dure el festival, sino también en otras ediciones y que no haya que reponerlos constantemente.
En España, el Sónar ha distribuido este año un vaso biodegradable pensado para darle total circularidad. En el Primavera Sound, por otro lado, le han dado a sus vasos reutilizables un valor histórico, recordando todos los carteles de la historia del festival.
Así, cada edición cuenta con su vaso conmemorativo, que circula con las del resto de las anteriores. De este modo, en cada edición incentivan a los asistentes a hacerse con la colección entera para entregárselos a la organización y optar a conseguir un abono para el siguiente año.
Mientras que Primavera Sound y Sónar siguen un modelo en el que la gente paga una pequeña cantidad para usar un vaso durante lo que dura el festival y el importe se les es devuelto cuando este termina y lo entregan a la organización, el FIB se queda, de momento un paso por otras, y solo plantea la reutilización en un mismo año. De este modo, para consumir hay que adquirir un vaso de 2,5 euros no reembolsable.
Aunque medir la huella de carbono y el impacto medioambiental real de un festival es complejo, su sostenibilidad está siempre en entredicho, Según el estudio “Sondeo de carbono: gas de efecto invernadero en Reino Unido en la industria de la música”, elaborado por expertos de varias universidades británicas, un macrofestival genera una huella de 25 kilos de CO₂ por persona.
Aunque no sea, el único problema al que encontrarle una solución alternativa para rebajar esta cifra, sí contribuye la medida de usar vasos reutilizables fabricados con material compostable. Para ser más concretos, al Primavera Sound le permite reducir siete toneladas de residuos de envases ligeros. Eso sí, ello pasa por que nos acordemos de devolver el vaso a la salida.
Foto de portada | @primavera_sound
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