Si algún día la humanidad llegara a mudarse a Marte, lo más probable es que las casas de sus habitantes también acabaran equipadas con muebles de Ikea. Y es que, ¿a quién no le ha solucionado la cadena sueca la vida en alguna ocasión? Ya sea en un piso compartido en Madrid o en la Estación de Investigación del Desierto de Marte en Utah, las estanterías Billy son un clásico universal de la decoración. Ahora, además, de la forma más literal posible.
Hace dos años, Ikea destinó durante tres días a un equipo de sus diseñadores a unas instalaciones en el desierto que simulan las condiciones de vida en el "planeta rojo". Allí, mientras los investigadores experimentaban de cara a futuros viajes espaciales, los diseñadores debían obtener ideas para una nueva linea de muebles pensada para espacios pequeños.
El resultado es la colección RUMTID, que explora las necesidades futuras de la vivienda urbana de espacio reducido, y que llegará a las tiendas en 2020. No obstante, la incursión fue tan positiva que Christina Levenborn, una de las diseñadores, volvió para poner en práctica lo aprendido y ayudar a los investigadores a reorganizar el espacio y sacarle el máximo partido.
Se trata de un espacio excepcionalmente pequeño y austero que, como se puede apreciar en las fotografías, ahora podría pasar por el escenario de un catálogo de Ikea. Las instalaciones se encuentran dentro un cilindro de 8 metros de altura con dos plantas. En la baja hay un laboratorio compartido y un taller. En la superior se encuentra la cocina y seis pequeñas habitaciones.
Grupos de seis investigadores pasan semanas e incluso meses en este lugar intentando averiguar cómo sobrevivir en otros planetas. Algo que, además de aprender a respirar con tanques de oxigeno, también pasa por poder disfrutar del día a día en un espacio tan pequeño. Es en este punto donde los expertos de Ikea han adaptado el lugar para que propicie poder dormir bien por las noches, poder para llevar a cabo aficiones, reuniones con amigos y, en definitiva, sentirse cómodo.
Para poder ofrecer un espacio más grande y organizado a los investigadores, Ikea ha elegido sus estanterías BROB para las áreas de trabajo. Están recubiertas de acero galvanizado, así que resultan muy resistentes al peso, la suciedad y la humedad.
En el laboratorio la firma ha apostado por mobiliario que puede ser reconfigurado de diferentes formas para permitir el espacio multiuso. Además, en la cocina, la encimera y las banquetas pueden usarse, tanto como zona de trabajo, como lugar de reunión. Para rematar la funcionalidad, los habitantes pueden hacer cualquiera de las dos cosas o sentados o de pie.
Las habitaciones, que son los espacios más pequeños de todo el lugar, han sido por ello los que han presentado el mayor reto para los diseñadores. Eran áreas de vital importancia ya que son la única zona en la que los inquilinos pueden estar solos y cargar las pilas. Las habitaciones han sido equipadas con organizadores colgantes, ganchos y cargadores USB. Aunque el toque crucial lo dan las lamparas de luz cálida para alegrar la estancia.
Por otro lado, se ha dado mucha importancia al uso de ruedas que permitan transportar fácilmente los muebles de un lugar a otro, dependiendo de las necesidades de una estancia en cada momento.
Fotos | Ikea.