Seguimos con la alfombra roja de los premios del sindicato de actores y ahora le toca el turno a mi preferida de la noche: Emily Blunt, la mala malísima por detrás de Miranda Priestly en el Diablo viste de Prada, deslumbrante pero nada ostentosa ni exagerada, gracias a su destelleante vestido de paillettes plateadas y silueta sirena firmado por la diseñadora de vestidos de novia, Pamella Rolland, y perteneciente a su colección de verano 2009.
Me parece que esta vez Andy (Anne Hathaway) se ha quedado atrás, y es que la tirana entrañable de Emily ha cogido carrerilla y se ha puesto por delante en la lista de mejor vestidas de la gala.
¿No os parece?
Evan Rachel Wood, era otra de las destacadas de la noche gracias su gown azul zafiro firmado por Monique Lhuillier, de su colección Pre-Fall 2009. Me encanta que lo combinara con complementos en color malva, le da un toque mucho menos severo pero no menos distinguido.
En el tono de sus complementos vestía Freida Pinto, protagonista de una de las películas favoritas en la carrera de los Oscar, Slumdog Millionaire, correcta y favorecida con su vestido a base de bustier armado y caída vaporosa firmado por Marchesa.
Esta vez sí: America Ferrera dejaba atrás el fantasma de Betty y estaba guapísima con su vestido strapless pero hasta los pies (veo que nos has hecho caso America) en color caramelo firmado por la reina de las ceremonias, Vera Wang. De busto para arriba, me parece un desastre de gown, pero de cintura para abajo le sienta como le tiene que sentar.
Fría y algo triste me dejaba Marisa Tomei, que siempre me suele sorprender, pero que esta vez se ganaba mi indiferencia con su “mil veces visto” vestido de Elie Saab primavera-verano 2009.
Claire Danes, la más dulce entre las dulces, le plantaba cara a la sofisticación con su Nina Ricci en rojo pasión; exquisita y otra firme candidata mejor de la noche.
Amy Adams, otra cándida entre las cándidas, volvía a lucir correctísima y demostraba que la prudencia es una buena virtud, de la mano de su maravilla encorsetada de Giambattista Valli.
Katie Holmes le ponía la nota discordante al evento, y si bien no posaba como una actriz más, sí estuvo en la ceremonia entregando un premio, y lo hacía con un vestido corto, de silueta lápiz; sobrio y excelso en color rata, y firmado por Jil Sander, con el que su figura parecía mucho más estilizada de lo normal ¿Alguien la ve como yo muchísimo más flaca?
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