Estos diseñadores internacionales ya no saben qué hacer en sus desfiles para sorprendernos. El caso es que lo consiguen. ¿Lo último? La pasarela de Chanel diseñada por Karl Lagerlfeld, celebrada en el mismísimo hangar número 8 del aeropuerto californiano de Santa Mónica, donde las modelos salían de un avión para mostrar los diseños de la línea Crucero 2007-2008. Lagerfeld siempre busca la originalidad para mostrar sus creaciones, ya que el año pasado el lugar elegido para presentar esta colección fue la Estación Central de Nueva York.
El avión, muy chic, tenía grabadas las letras de la firma francesa en el exterior. Por él, un Canada Air Challenger, descendían las modelos con los diseños de la colección Cruise. No faltaba detalle: modelos, avión, pilotos, el diseñador y muchos rostros conocidos. Y es que no podían faltar al evento las mismas de siempre: la ocupadísima Victoria Beckham, las hemanas Mary Kate y Ashley Olsen, la modelo Claudia Schiffer, Demi Moore, Jessica Alba o la embarazadísima Mila Jovovich, que iba muy guapa con un vestido negro, el color que eligieron la mayoría de las invitadas. Vicky llevaba un toque de color con una torera verde agua.
Y no me extraña que acudan a todos los desfiles posibles porque con tanto acontecimiento no les da tiempo a innovar en tendencias y necesitan ver todas las colecciones posibles. Que por cierto, los diseños que allí se pudieron ver destacan por su elegancia y sencillez que viniendo del Kaiser ya es mucho, y por los tonos llamativos y alegres, aunque el verdadero protagonista fue el negro.
Tejidos ligeros y vaporos. Vestidos cortos para el día y largos para la noche, con grandes aberturas. La inconfundible chaqueta, seña de identidad de la casa, coordinada con todo tipo de prenda: short, pantalón largo, vestidos cortos y largos. Los bolsos con cadenas típicos de la firma, las botas combinadas con conjuntos veraniegos y los vaqueros de lentejuelas, completan esta colección Crucero.