Coser desde casa más de 2.000 mascarillas diarias: así se organizan costureras de toda España para abastecer a hospitales

La pandemia del coronavirus está llevando al limite el abastecimiento de los Centros Sanitarios de nuestro país, donde los profesionales han denunciado la escasez de material. Mascarillas, batas y guantes desechables se han convertido en un bien preciado y, ante tal situación, la solidaridad de particulares y empresas no se ha hecho esperar. Desde los planes de Inditex de poner su cadena de producción a elaborar material médico, hasta  personas anónimas que, organizándose a través del hashtag "costureras solidarias", están fabricando desde sus casas mascarillas para hospitales y otros centros que las necesiten.

Y es que, en la guerra contra el coronavirus, las mascarillas, en particular, se han convertido en una de las mayores demandas del personal sanitario. Hace unos días hablábamos con una médica que atiende en urgencias a pacientes con coronavirus y nos contaba lo "expuesto" que se encuentra el personal en los hospitales: "Apenas hay mascarillas de las buenas. Estamos solo con las mascarillas verdes, las de quirófano", e incluso estas se les están acabando y tienen que reutilizarlas.

Otro médico consultado por Trendencias nos ha explicado cómo "aunque este tipo de mascarillas no garantizan impedir el contagio, sí ayudan a evitar la transmisión de la enfermedad mediante gotas de saliva de la persona portadora". El problema lo presentan, sobre todo, a la hora de practicarle a un paciente maniobras invasivas porque se generan gotas menos densas capaces de flotar en el aire y ser inhaladas tras filtrarse a través de los laterales de la mascarillas.

En el caso de personas asintomáticas, la OMS no recomienda que lleven mascarilla puesto que, en estos momentos, no hay pruebas de que su uso sistemático por parte de personas sanas prevenga la transmisión. Tampoco hay que olvidar que, según los expertos, las mascarillas pueden proporcionar una falsa sensación de seguridad, ya que si el virus llega a nuestras manos y nos tocamos la cara, nos contagiaremos igual.

No obstante, aunque las recomendadas sean las de filtro, las de tipo cirujano se están usando debido a la escasez de las primeras, ya que son relativamente fácil de fabricar en casa y es por ello que, durante la última semana, han ido surgiendo diferentes iniciativas para fabricarlas desde casa.

Aparadoras de calzado se alían con el Inescop

Una de las primeras entidades en reaccionar a la necesidad fue Inescop. El Centro de Innovación y Tecnología ha puesto una máquina de corte automático de pieles al servicio de las necesidades de la alerta sanitaria: ellos cortan la tela necesaria para confeccionar mascarillas para el Hospital de Elda y luego, aparadoras de la zona rematan el acabado, cosiéndolas y añadiéndoles gomas desde sus casas.

Todo empezó la semana pasada, cuando el Centro de Salud de Petrer y el Departamento de Salud de Elda solicitaron ayuda para conseguir mascarillas. INESCOP respondió dejando de lado algunos trabajos para poder destinar ese tiempo a colaborar. Una empresa de la localidad se sumó facilitando gratuitamente rollos de goma, y, desde entonces, se han cortado y cosido miles de mascarillas.

Todo, en última instancia, gracias a la implicación de 40 vecinas y vecinos que se organizaron rápidamente a través de un grupo de WhatsApp y se distribuyeron las tareas a realizar. Así, mientras algunas personas cortan la goma, otras se dedican a coserlas y un grupo se encarga de repartir el material por las viviendas y recogerlo después.

Objetivo: 2.000 mascarillas diarias

El Instituto Superior de Formación Profesional Claudio Galeno también ha puesto en marcha su propia iniciativa. Hace unos días, el centro privado de formación profesional sanitaria hizo un llamamiento a todas aquellas personas con conocimientos de costura y acceso a una maquina de coser que quisieran unirse a una red para proveer de mascarillas a los servicios de salud de Murcia, Madrid, Valencia y Sevilla

La respuestas fue aplastante: dos mil personas solicitaron inscribirse para trabajar de forma altruista aunque, según ha explicado un portavoz del centro en Onda Regional, el principal problema es que no se dispone de la tela suficiente para que todas puedan participar. El objetivo es coser, entre todos los voluntarios, 2.000 mascarillas diarias siguiendo, eso sí, "los protocolos que establece el Real Decreto" y siempre en colaboración con los servicios de salud, "para garantizar la seguridad".

El tipo de mascarillas que fabrican es de algodón de doble capa y lo hacen siguiendo un patrón facilitado por el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Desde el Instituto Claudio Galeno se les suministra diariamente tela a los voluntarios y, tras ser confeccionadas y recogidas, pasan por un proceso de lavado y desinfección en lavandería para que queden listas para su uso.

Modistas solidarias

Esta iniciativa salió de Zaragoza cuando sus hospitales solicitaron a la población la donación de mascarillas. Un grupo de costureras de esta ciudad decidió unirse para confeccionarlas ellas mismas y llevarlas a los centros sanitarios y no sanitarios que lo necesitaran. Sin embargo, rápidamente se extendió por toda la geografía española mediante las redes sociales.

A través de su página web, explican detalladamente cuáles son todas las especificaciones oficiales de cómo han de hacerse correctamente para que sean válidas este tipo de mascarillas que son reutilizables lavándolas en la lavadora a más de 60 grados.

La firma de ropa para invitada Wolflamb fue una de las primeras en unirse a este movimiento y echarlo a rodar a gran escala. Con los tejidos de su nueva colección, la diseñadora María Cordero y su madre empezaron a coser mascarillas para hospitales, residencias de ancianos, policías locales... desde su taller de Valencia.

Ella en persona hacía los repartos cada día y, cuando vio la demanda que existía, buscó refuerzos. Así nos lo cuenta la agencia The Lab Talents, encargados de gestionar todas las peticiones, donaciones de tela, acuerdos con empresas de mensajería o repartidores particulares de todo el país que ya se han unido al batallón de María.

Vicky Martín Berrocal, Juan Avellaneda o Alicia, antigua concursante de Maestros de la costura, son algunos de los nombres conocidos que están colaborando. Actualmente cuentan con una red de 200 costureras y costureros, elegidos entre las peticiones recibidas por su capacidad de producción. "El objetivo es producir de forma individual entre 100, 150 mascarillas o incluso 200 al día. Eso es una jornada laboral completa y entendemos que no todo el mundo tiene el tiempo ni la capacidad para ello".

Los perfiles con los que cuentan son muy variados, desde estudiantes de diseño hasta señoras mayores que, entre todas, trabajan a un ritmo de producción de 2.000 mascarillas diarias para responder a una demanda que, actualmente, asciende a los 5.000 pedidos.

No obstante, no son nuevos voluntarios lo que precisan sino materiales y hacen un llamamiento a otras marcas que dispongan de tejidos, pero que no puedan producir por tener los talleres parados, para que los donen. En particular precisan tela de algodón 100% o TNT, tejido no tejido porque "tiene que transpirar pero no puede ser muy poroso ya que sino las gotas entran".

Mascarillas hechas con sábanas de hospital

La primera tanda de mascarillas que cosió Isabel las confeccionó con sábanas que le proporcionaron en el Hospital Clínico de Zaragoza. A esta joven de 28 años, dueña de una mercería, le encanta coser así que, cuando se enteró de que se estaban quedando sin mascarillas, se puso directamente en contacto con el personal sanitario para ver cómo podía ayudar.

Dependiendo del día, y del material que tiene en cada momento, suele elaborar entre 20 y 30 mascarillas diarias. Para ir más rápido y que el trabajo no le resulte tan monótono, trabaja en cadena: por la mañana las corta todas de una vez, después las cose una detrás de otras y, finalmente, les pone las cintas de una sentada.

Ha cosido, tanto como parte del movimiento Modistas solidarias, como por cuenta propia. "Ahora nos hemos organizado un grupo de exalumnas y alumnas de la escuela de moda Censi para producir mascarillas pero hay más grupos similares de gente que cose en la ciudad y quien quiera puede unirse". El único requisito es ser de Zaragoza, donde programan las recogidas.

Aunque en muchas otras ciudades es posible encontrar ya iniciativas a pequeña escala similares. Basta buscar en redes sociales hashtags como el anterior o "mascarillas caseras". Y si todavía no existiera ningún movimiento local cerca de nosotros, siempre podemos informarnos de cómo ponerlo en marcha nosotras mismas.

A Isabel y a su grupo de costura, el material o se lo provee el hospital mediante sábanas o lo aportan las propias voluntarias. Siempre teniendo en cuenta que "la tela ha de ser de un grosor determinado". De todos modos, también nos explica al teléfono que no hay que saber coser para participar, que "hay gente que su forma de echar una mano es donando materiales".

Isabel ha subido a la cuenta de Instagram de su negocio un vídeo en el que muestra de forma muy clara y, aparentemente sencilla, cómo han de hacerse las mascarillas y se ofrece a contestar cualquier duda o pregunta que pueda surgir al respecto.

De LVMH a Mango: cómo está ayudando la industria textil

El mundo de la moda tampoco ha dudado en poner su logística a disposición de la lucha contra el COVID-19. Si el grupo LVMH ha puesto las fábricas de Dior, Givenchy y Guerlain a producir gel de manos desinfectante gratuito en Francia y el grupo Kering está adaptando los talleres de Balenciaga y Saint Laurent para la producción en masa de mascarillas quirúrgicas, en España, dos líderes de nuestra industria textil también han hecho lo propio.

Inditex ha puesto a disposición del Estado toda su red comercial para asegurar el abastecimiento de material sanitario y de primera necesidad hospitalaria a los centros médicos. Además de donar 3000.000 mascarillas de uso quirúrgico, según afirman desde la empresa, el grupo fundado por Amancio Ortega estudia aplicar los ajustes sanitarios a su cadena de producción que le permitan convertir una parte de las fábricas en productoras de material como batas, máscaras, guantes, gafas protectoras, gorros, calzas y protectores faciales. Además, por su lado, Mango ha donado a los hospitales españoles dos millones de mascarillas.

Fotos|Ilustracion de Beca Jover, Instagrams de Mercería hilo's, Wolflamb, Sonia_infa, panellacastells y E Eva Torrecillas Interiorista.

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