Se está divorciando de su excéntrico marido Marylin Manson, pero eso no ha evitado que la bailarina de burlesque Dita Von Teese participase en el desfile en París de uno de sus amigos y diseñadores favoritos Jean Paul Gaultier. Ambos siempre polémicos, Gaultier nos presentó un desfile para la próxima temporada Primavera-Verano 2007 que causó furor por su estética.
Las desfiles de Gaultier siempre son una especie de escenificación teatral, un verdadero espectáculo. En esta ocasión fue una conjunción de estilos teatrales, ya que Dita, en su papel de modelo, jugó particularmente con las imágenes icónicas de virgen y mujer fatal a un tiempo, con perfecta cabida en la representación de inspiración biblica o en cuadros de artistas italianos del cuatrocento que Gaultier le dió a este desfile.
Sin embargo, las prendas presentadas son de un corte limpio y sencillo para el día con caídas suaves y colores como blanco, negro, perla y verde agua. Mientras que para la noche Gaultier desplegó todo el encanto y vaporosidad de las telas, princesas hebráicas o la Reina de Saba envueltas en vestidos muy femeninos, algunos con detalles de inspiración rusa enfocadas al estilo ortodoxo de la religión.
Es el juego de la pecadora y la santa en el que Dita sigue encarnando imágenes icónicas de la historia. El juego en el que Gaultier sigue impactando a nuestros sentidos.
Vía | Vogue Uk