Anoche se estrenó el documental Diana, nuestra madre: su vida y legado. En él, los hijos de la Princesa de Gales hablan por primera vez abiertamente sobre su madre para conmemorarla en el 20 aniversario de su muerte. Durante 90 minutos, los dos príncipes abren las puertas del palacio de Kensington y hablan de Lady Di, de cómo influyó en sus vidas, del dolor, del duelo y de esa última llamada de la que tantísimo se arrepienten.
Con este documental inédito, los príncipes buscan darnos una visión más íntima y privada de la "princesa del pueblo" cuando se cumplen 20 años del accidente de coche en el que perdió la vida. También incluyen fotografías inéditas de sus álbumes personales y contribuciones de amigos y familiares de la princesa. Elton John, Rihanna o el hermano de Diana de Gales son algunos de ellos. Hoy descubrimos la cara B de Lady Di, mucho más humana y real de lo que la habíamos conocido hasta el momento.
Diana como madre
En este momento tan profundo y doloroso del documental, los dos hermanos tratan de transmitir al espectador la visión íntima y privilegiada que ellos tienen de Diana como madre. "Ella intentaba darnos una infancia normal. Nos colaba en sitios de comida rápida y en el cine, escondía chucherías en nuestra ropa para que no nos pillaran y nos llevaba de paseo en su BMW vintage con Enya puesto en la radio."
Para Harry, "Diana era totalmente una niña" y le gustaba divertirse y gastar bromas. "Puedes ser tan travieso como te apetezca, siempre y cuando no te pillen" le decía Lady Di a su hijo pequeño entre risas. Uno de los momentos más divertidos que ambos recuerdan fue cuando Diana decidió gastar una broma a William y reunió en su casa a las supermodelos de la época. Allí estaban Naomi Campbell, Cindy Crawford y Christy Turlington cuando el pequeño volvió a casa del colegio. "Creo que simplemente me caí por las escaleras de la vergüenza y la sorpresa" dice el Duque de Cambridge entre risas.
El duelo de perder a una madre
Los príncipes William y Harry eran solo unos niños cuando Diana falleció. No solo sufrieron la pérdida de una madre, sino toda la repercusión mediática, polémica y teorías que rodearon su muerte. Para el Príncipe Harry, el más pequeño de los dos, el golpe fue muy duro:
"Crecí creyendo que no tener madre era algo normal. Creo que fue un caso típico de no permitirse a uno mismo pensar en ello, por el dolor y el duelo que conllevaba recordar. Me decía a mi mismo que no lo pensara, porque no iba a traerla de vuelta si no a ponerme aún más triste. Incluso ahora, hablando de ello, puedo sentir esos abrazos que ella daba y los echo de menos. Ella solía envolverte y apretarte tan fuerte como podía. No te dejaba escapar hasta que ella quería. Extraño ese sentimiento, esa faceta de una familia. Echo de menos tener una madre".
El joven príncipe confiesa que en los 20 años que su madre lleva fallecida solo ha llorado dos veces: en el entierro y en otra ocasión. "Aún hay mucho duelo que necesito sacar. Ha sido difícil y continúa siéndolo. No hay un solo día en el que William y yo no deseemos que siga por aquí, y nos preguntamos qué clase de madre habría sido, qué papel público habría tenido y qué diferencias habría marcado."
Por último, Harry hace una confesión inédita sobre el papel que la falta de su madre ha jugado en lo que se conocen como "los años locos de Harry", incluyendo su destinación en Afganistán durante dos años. "Mi hermano fue una gran bendición. No paraba de decirme que no estaba bien, que no era normal, que necesitaba hablar con alguien. Tras 20 años de no pensar en ello y dos años de caos total, no sabía que estaba mal en mi."
El mayor de sus arrepentimientos
Cuando hablan del recuerdo de su madre, los dos príncipes están de acuerdo en cuál es su mayor arrepentimiento. Es esa última llamada que un Harry de 12 años y un William de 15 recibieron de la Princesa Diana el 30 de agosto de 1997, unas horas antes de morir en un accidente de coche en el túnel de Pont de l'Alma.
Los pequeños estaban de vacaciones en Balmoral, en Escocia, cuando su madre les llamó para hablar un rato con ellos. Llevaban un mes sin verla, pero eran niños y querían irse a jugar. "Harry y yo estábamos deseando colgar e irnos con nuestros primos. Si hubiéramos sabido lo que iba a ocurrir no habríamos sido tan apáticos. Esa llamada pesa mucho sobre mí" reconoce el Príncipe William.
Harry confirma las palabras de su hermano. "Es el mayor error de mi vida. Ni siquiera recuerdo lo que nos contó. Todo lo que recuerdo es arrepentirme el resto de mi vida de lo corta que fue la conversación y tendré que vivir con ello siempre. Pienso en lo diferente que habría sido todo si hubiera sabido que era la última vez que hablaría con mi madre, si hubiera tenido la más mínima pista de lo que iba a pasar esa noche".
La boda de los Duques de Cambridge
Si ha habido un momento en los últimos 20 años donde se haya echado de verdad de menos a la Princesa Diana de Gales, fue en la boda de su hijo, el Príncipe William con Kate Middleton. Sin embargo, según el Duque de Cambridge ella estaba allí. "Tuve mucho tiempo para pensar en ella antes de la celebración. Cuando llegué a la iglesia de verdad podía sentir que ella estaba allí conmigo".
Sobre la paternidad
Hablando sobre los hijos del Príncipe Harry, el Duque de Cambridge cuenta cómo trata de mantener el recuerdo de Diana vivo para que los pequeños George y Charlotte la conozcan.
"Hablo constantemente de la abuela Diana y hemos puesto fotos de ella por toda la casa. Es algo complicado, porque obviamente Catherine (Kate Middleton) nunca la conoció, por lo que no puede ayudarme con los detalles. Así que me encargo yo de hacerlo, cuando les acuesto por la noche. Les cuento que hay dos abuelas en sus vidas, porque es importante que sepan quién fue y que existió".
El príncipe también reconoce que su madre le ha influido mucho a la hora de decidir cómo quiere educar a sus hijos. "Quiero dedicarles tanto tiempo y esfuerzo como pueda, porque soy consciente de que estas edades tan tempranas son cruciales para los niños". Tampoco le faltan las ganas de bromear de forma dulce y cariñosa hacia el carácter de la que fue la princesa del pueblo y de cómo habría sido su comportamiento como abuela.
"Habría sido una absoluta pesadilla. Diana habría adorado a sus nietos, eso por sentado. Pero habría sido una locura. Estoy seguro de que habría aparecido a la hora del baño y dejado todo patas arriba, lleno de agua y burbujas. Y después se habría marchado dejándolo todo así".
No sabemos si dice la verdad o quizá Diana habría sentado la cabeza con el tiempo. Pero lo cierto es que como abuela suena de lo más divertida, cariñosa y atenta. Estamos seguros de que, como dice William, habría sido "una maravillosa y dedicada persona".
Aunque ambos príncipes se sienten aliviados y satisfechos por "haber regalado al público una visión íntima de su madre", ambos reconocen que "no volveremos a hacer esto. No hablaremos más de ella de forma tan abierta y pública, porque esperamos que este documental dé toda la información necesaria". Desde luego, si esto es cosa de una sola vez, agradecemos el poder haber conocido un pedacito más de la vida de esta gran mujer que cambió la historia para siempre.
Fotos | Gtres, @kensingtonroyal, Youtube.
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