Una boda siempre es una ocasión especial, pero ¿cuántas ocasiones especiales más tienes que vivir todos los años?
Sí, cada vez que te invitan a una boda (a otra más), entras en una crisis nerviosa, otra económica y otra de fe. Y por eso es normal que hagas algunas de las cosas que te contamos a continuación.
Nº1.- Negar la realidad.
¿Qué boda? ¿Tú no conoces ninguna boda? Además: ¿esta invitación viene con citación judicial? Nadie tiene derecho a decirte lo que tienes que hacer tal día a tal hora. Y mucho menos ese compañero de la uni al que hace años que no ves. Tendrá caradura...
Nº2.- Sumergirte en la incomprensión.
Te da por pensar mucho sobre el tema, te comes la cabeza preguntándote una y otra vez por qué todo el mundo se casa el mismo año y si habrá alguna subvención de la que nadie te ha hablado.
Nº 3.- Aceptarlo.
Venga, una fiesta es una fiesta y no está la vida como para rechazar momentos para pasárselo bien. Pero la última y nos vamos, ¿eh?
Nº 4.- Para pasar a mirar tu cuenta corriente y echarte a llorar como si no hubiera un mañana.
Nº5.- Y prometerte firmemente que no, esta vez no compraras ningún vestido para la ocasión.
No quieres convertirte en una loca como aquella a la que interpretaba Katherine Heigl en la película 27 vestidos.
Nº6.- Pero te pasas dos semanas buscando sin parar el vestido perfecto. Por si acaso.
Qué mala suerte, porque el vestido perfecto no pega con ninguno de los zapatos que ya tienes. Y, por supuesto, necesitarías un bolso nuevo que fuera el remate final de un conjunto perfecto. ¿Un tocado también?
Nº7.- También es normal obsesionarse con el evento: si es por la tarde-noche o por la mañana. Si es una boda en el campo o en el hotel más lujoso de la ciudad.
Nº 8.- Definitivamente no te vas a comprar nada nuevo.
Nº 9.- Hasta que te das cuenta de que no tienes nada apropiado para un evento de noche de primavera en un club de hípica de Algete.
No tienes otra opción. Estás entre la espada y la pared
Nº 10.- Cambiar de idea cuando te llega la invitación al evento con un número de cuenta.
Casi hubieras preferido recibir una carta de Hacienda. Entonces es cuando sacas la pizarra, el ábaco y la calculadora para ver cuánto poner. Estaría genial que un matemático creara un algoritmo en el que cruce cifras como el precio del cubierto, la edad de la pareja, su número de mascotas, las probabilidades de que se divorcien en menos de un año, etc.
Nº 11.- Huir de Facebook o, mejor aún, de todos los anuncios de las marcas de ropa que has estado consultando y te asaltarán cada vez que entres en internet.
Nº12.- Hacerte una maratón de pelis temáticas para ponerte a tono.
La boda de mi mejor amiga, En la boda de mi hermana, Después de la boda, Mi primera boda, El pastel de boda, Mi gran boda griega, La boda de mi novia, El día de la boda... desde aquí pedimos a los responsables de traducir los títulos de las películas que usen algún que otro sinónimo.
Nº 13.- Crearte un evento de Facebook sobre la boda.
Es la única manera de que te acuerdes de cuándo es, a qué hora y dónde. Además, ¿dónde está la maldita invitación?
Nº 14.- Dejarte seducir por los anuncios y sopesar si deberías ponerte a dieta.
Aunque quizá estés pensando en hacerle sitio a todo el cordero que puedas comer...
Nº 15.- También puedes salivar una y otra vez leyendo el menú del festín que te espera.
Nº 16.- Y tres días antes volver a agobiarte cuando recuerdas que no tienes nada que ponerte.
Tus amigas te preguntan qué te vas a poner. Están histéricas porque no saben si llevar "poner aquí una palabra sobre moda que no entiendes" o "poner aquí palabra en francés que no estás segura si existe de verdad". Las abofeteas para que se calmen. Te vendría bien que te dieran una bofetada a ti.
Nº 17.- ASOS>VESTIDOS PARA BODAS > ENTREGA EN MENOS DE 48 HORAS.
Nº 18.- Mientras esperas, puedes ir ensayando tus mejores pasos de baile.
Nº 19.- O intentas desconectar para no llegar estresado al evento.
Nº 20.- Y cuando llega ese gran día, desconectar tanto que te olvidas de todo. Sí, hasta tiendes a olvidar toda la pasta que llevas invertida en esta boda.
Lo que puede derivar en auténticas locuras... como gastar más pasta en chorradas como comprar un trozo de la corbata del novio.
Nº 21.- Querer que no se acabe
¿Ya se ha acabado? Si sólo hemos bailado cinco veces Paquito el Chocolatero...
Fotos| El día de la boda
En Trendencias |
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario