La semana pasada se presentó la nueva colección de Gucci para la próxima primavera en Taipei, Taiwan. No falto nada en el desfile, sin embargo, Frida Giannini nos presentó una colección para Gucci la mar de alejada de las líneas sexy's y la sofisticación de Tom Ford. Esta vez nos encontramos ante una colección que nos recuerda el disco de los setentas con un cierto toque futurista.
Vestidos salpicados de naranja, rojo y morado,diseños hexagonales en plata o blanco, abrigos cortos en negro, vestidos realizados con los icónicos pañuelos de la firma, pantalones pitillos entallados y botas al estilo de los Beatles.
Es el 85 aniversario de la firma y Giannini ha pensado que lo mejor era un toque de movimiento al estilo de las fotos de los paparazzi de Ursula Andress o Britt Ekland comprando en la tienda de la compañía en Roma. Pero al final con lo que nos encontramos es con una colección que parece desear ser accesible a la mujer joven, más que rememorar el pasado.
La nota de lo extraño la dan los vestidos de inspiración folklórica, estilo tirolés, que no parecen tener relación con el resto de la colección. Me da la sensación más de un vestido de verano que de tener cabida en un verdadero desfile de moda. Definitivamente, Tom Ford es un experto del marketing y Giannini todavía tiene mucho que aprender.