Se conoce como body shaming a la práctica de humillar a alguien por su apariencia física. Las redes sociales y el anonimato que proporciona internet les han facilitado la tarea a quienes disfrutan con ello, que no dudan en utilizar las publicaciones en que destaca lo que ellos consideran un defecto físico para atacar a la autora del post. Y de sufrir body shaming no se libra nadie, ni siquiera las deportistas olímpicas.
Alexa Moreno es una deportista mexicana que participó en las pruebas de potro, barra, asimétricas y suelo en la rutina de gimnasia de los Juegos Olímpicos de Río. Fue 31ª en la final. Hizo cosas como estas:
Por mucho mérito que pueda tener ser 31ª en una final olímpica, no era de esperar que Alexa acaparara demasiados titulares. Pero quienes disfrutan del body shaming acabaron llevándola a las primeras páginas de medios de comunicación de todo el mundo. Con tuits como estos:
Las reacciones en contra no se hicieron esperar tampoco. Muchos usuarios defendieron a Alexa, su actuación y su derecho a ser juzgada por sus méritos deportivos, no por su físico:
Por cierto, Alexa Moreno mide 1,47 metros y pesa 45 kilos.
Imagen | Federación Mexicana de Gimnasia.
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