Miguel Palacio en Cibeles. Primavera-Verano 2007

La nota de prensa de Miguel Palacio que describe la colección Primavera-Verano 2007 es muy llamativa y original. Es su inspiración. Cuando la vemos por primera vez está cepillándose el pelo con su cuerpo completamente inclinado sobre el suelo. Postura y cabellera impiden ver a la mujer. Súbitamente, la estrella se levanta al advertir la presencia del que fue su gran amor. Ya erguida, dedica una mirada al que interrumpió tan cotidiana tarea. Su rostro resplandece en medio de una melena aún en movimiento. Es la imagen de un sueño, de un anhelo. La diva de entreguerras abría puertas a la imaginación en un tiempo duro e ingenuo.

Hoy se busca una nueva diva porque ahora también, y quizá más que nunca, se hace necesaria la evasión. Sin el alarde de entonces, porque el momento es difícil, pero no ingenuo, el divismo presente se traduce en lujo discreto y, al tiempo, inconfundible. Se apuesta por la calculada ornamentación y la breve concesión al espectáculo en las formas que modelan los todavía sobrios patrones. Vuelve así la ensoñación, aunque más en el terreno del íntimo disfrute que en el de la exhibición.

El vestido de corte sesentero es la pieza estrella del desfile. Vestiditos baby doll Y algún pantalón pitillo al tobillo. Por supuesto, no pueden faltar sus clásicas blusas de gasa con mangas abullonadas.

La colección de Miguel Palacio es sobria y repetitiva. Pero es su estilo, el de siempre. Líneas limpias y tratamiento delicado de los tejidos. El amarillo y el negro son sus colores para el próximo verano. Sólo alguna pieza más en beige y blanco.

Un detalle llamativo es el enorme lazo situado en la cintura en muchas de sus piezas. Su objetivo es marcar la cintura y dejar entrever la silueta femenina.

Todas las creaciones son lisas, nada de ornamentos y nada de estampados. Los únicos detalles que se pueden apreciar son botones hiper grandes.

Este negro me gusta mucho, un poco corto, pero para el verano más fresquito. Es original, elegante a la vez que informal. En el escote, palabra de honor, lleva unos botones grandes, lo que os comentaba previamente.

Para la noche algo de fantasía con toques de strass o azabache para romper la monotonía.

Vía | Vogue Sitio Oficial | Pasarela Cibeles

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