Miguel Palacio en la Pasarela Cibeles Otoño-Invierno 2007-2008

Miguel Palacio volvió a hacer una demostración de costura sobre la pasarela, en la que presentó un estudio perfecto de formas y volúmenes. Ningún pantalón y muy poca manga larga, salvo en algún abrigo o en sus delicadas blusas. El diseñador bilbaíno apuesta firmemente, como viene haciendo en las últimas temporadas, por los pequeños vestidos, que se despegan del cuerpo cortados sobre el pecho, para mí lo mejor de toda la muestra, y por unas faldas muy femeninas que convencieron en el desfile, uno de los más aplaudidos hasta ahora. Líneas serenas y cómodas para lucir a todas horas, acompañadas de originales detalles.

Un delicado trabajo de aplicación en las pecheras, con formas redondeadas, fue el hilo conductor de la colección en la que el diseñador también llevó estas formas a sus otras prendas, realzadas con pequeños botones similares a bolitas de chocolate. Uso también la pasamanería y detalles de palleté en amarillo y coñac, que colocó en los bajos de algunas faldas y vestidos. Junto a las delicadas camisas de color crudo y las de gasa transparente en gris y negro con pequeñas flores en los mismos tonos, propuso para dar color a la colección un delicado estampado de pequeñas flores. Pero, sin duda, el negro ha sido el color estrella.

Palacio, en la que él considera la colección de más alta costura que ha creado, ha realizado un profundo estudio de las mangas, pequeñas, en las que juega con los volúmenes, los pliegues, y todo ello muy encajado en los hombros. En cuanto a tejidos, trabaja el piqué, crep de lana, paño y sedas. Un desfile perfecto, con mucho estilo y buen gusto.

Vía | Vogue

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