Por qué no me gusta la Navidad (y 11 gifs que lo explican)

Si te sientes una extraña en estos días de consumismo y alegría, si preferirías estar viendo Girls bajo la manta pizza en mano, y si además aborreces las comilonas y preferirías desintegrarte antes de pasar otra Nochebuena más con todos los miembros de tu familia (incluidos los del pueblo), no temas, no estás sola. A mí tampoco me gusta la Navidad y he recopilado 11 gifs para mostrar todos mis por qués.

1. Porque salir a la calle es misión imposible estos días, ¿acaso regalan algo y no me he enterado?

También es conocido como el síndrome del padre olvidadizo o el “estamos a 24h de Nochebuena y aún no tengo ni un solo regalo comprado”, y claro, a ver quién es el guapo que se atreve a cruzarse a una madre en apuros corriendo por mitad de Gran Vía.

Pd: Padres, existe la compra online, pensadlo.

2. Porque tu zumos détox no sirven para nada cuando tienes delante ese roscón de Reyes tan rico que hace tu abuela

¡Ay abuelas, qué mano tienen en la cocina!, y tú ahí, dándote caña en el gimnasio todo el año para que llegue Navidad y oh, ¡que comience la fiesta de las calorías!

3. Porque tendrás que volver a fingir que no te importa el “¿aún sin pareja?, querida te vas a quedar para vestir santos” de tu tía

Si llevas un tiempo sin pareja y rozas cierta edad estarás conmigo en que esta pregunta es una constante en la boca de tu tía. Y tú ahí, sonriendo y engullendo polvorones para no contestar lo que realmente piensas, porque “Dios dame paciencia porque como me des fuera”.

4. Porque los besos y abrazos a familiares que jamás ves (ni quieres) son tendencia estos días

Exacto, tu tía segunda volverá a achucharte hasta que corras miedo por desintegrarte bajo la presión de sus brazos. Prepara tu plan de huida ahora que tienes tiempo.

5. Porque te toca decir hola (de nuevo) a los malditos villancicos navideños y a sus pegadizas melodías

Llegará marzo y seguirás con las cancioncitas en la cabeza. ¿Probamos a tararear Un año más de Mecano y lo comprobamos?

6. Porque ¡gracias Reyes Magos, Papá Noel y amigos invisibles por dejarme sin paga de Navidad!

Navidad = regalos. Regalos = dinero. Dinero = adiós paga de Navidad, sueldo y ahorros de media vida. Y tú con tus pack de calcetines y el jersey de renos. El próximo año mejor vete al chino a comprar los regalos y todos tan contentos.

7. Porque las típicas batallitas de las comidas familiares serán trending topic estos días

Verás que no pasan las horas, que las manecillas se detienen y tus abuelos, padres, tíos y primos mayores seguirán contando sus batallitas de cuando eran jóvenes. Tranquila, algún día te tocará.

8. Porque aunque cueste creerlo las existencias de comida no terminan con el 2015, ¿has dejado algo en el supermercado, mamá?

Platos y más platos, comida y más comida, a veces incluso llegas a temer que la mesa se parta por la mitad bajo el peso de tantos víveres.

9. Porque cuando te dijeron que tenías dos nuevos miembros en la familia no pensabas que llorarían tanto, pero lo hacen

Son monísimos, sí, pero mejor si estarían con la boquita cerrada un rato que ya vas por el quinto paracetamol y tienes a los siete enanitos taladrándote el cerebro al son de sus berridos.

10. Porque comerse las doce uvas a tiempo es un reto de alto riesgo al que no quieres volver a enfrentarte

Sabes que no lo vas a conseguir, que volverás a ser el hazmerreír de la familia cuando uno de tus primos pequeños te haga cosquillas para que te atragantes de nuevo. Pero dicen que lo importante es participar, ¿no?

11. Porque te alimentarás a sobras per saecula saeculorum, quieras o no

Tanta comida sólo podía significar una cosa: tuppers. Los mismos que te llevarás una vez concluidas cada una de las fiestas, y que oye, al principio está bien eso de no tener que cocinar, pero una semana después el cordero comienza a adquirir un color y textura extraños. Mamá, la próxima vez piensa que tampoco somos tantos, por dios.

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