Aparta Chiara, que vienen los micro-influencer: personas con mucho menos alcance que la blogger más famosa del mundo mundial, pero con una influencia digital real. Y parece ser que podrían ser todo un caramelo para las marcas que quieren conseguir ser más cercanas y empatizar más con su público. ¿Será verdad?
Puede que tengas pocos followers en Twitter o Instagram, entre quinientos y dos mil, pero te conocen bien y confían en ti plenamente, se preocupan por lo que cuentas a diario, se comunican contigo y te escuchan de verdad.
Influyes a diario en sus vidas con lo que cuentas y lo que muestras
Pues bien, puede que tengas madera para ser un micro-influencer, un tuitero o blogger (de moda, de lifestyle, de cultura, etc.) con pocos seguidores, pero todos ellos muy fieles y entregados. Alguien capaz de hacer mucho por una marca, casi como el mismísimo Justin Bieber. ¿A que parece increíble?
Según los entendidos, los micro-influencer son la última tendencia en el marketing digital y cada vez más marcas son conscientes de que el famosete de turno (una veleta que un día dice que hace la dieta del potito y al día siguiente nos invita a beber un refresco azucarado) no siempre es tan de fiar como ese amigo, aunque sea digital, que es él mismo a diario y en el que confiamos.
Micro-influencer: los clientes del día a día
Puede que seas un micro-influencer en ciernes y no lo sepas, pero te damos las claves para que lo averigues.
Si tienes menos de diez mil seguidores en redes sociales como Facebook, Youtube o Instagram.
Si haces lo que haces por pura pasión.
O eres un experto en lo que hablas.
Si interactúas mucho con tus followers sobre tu área de experiencia particular, creando mucho engagement (es decir, la fidelidad y motivación que hacen que tus followers se sientan parte de ti, se identifiquen contigo, te defiendan a muerte...).
La calidad de una crítica objetiva frente a la fama fugaz de una celebrity
Los micro-influencer no son nadie, son la figura más baja en la pirámide de los influencer, pero precisamente es esa posición a pie de calle lo que los convierte en los perfectos prescriptores según las nuevas voces en el panorama del marketing digital. Son gente de fiar, gurús del día a día que demuestran su pasión por un tema en particular. Es esa bloggera que acaba de ser mamá y actualiza sus redes todo el tiempo con los productos que ha probado, derrochando ilusión y contando su experiencia personal.
Y cada vez son más las empresas que anima a las marcas a que reconsidere toda su estrategia online centrada en contar con las estrellas de las redes. Empresas que, basándose en estudios como este, han llegado a la conclusión de que ya no es tan eficiente trabajar con dos estrellas que tengan quinientos mil seguidores cada uno y que es mejor contratar a dos mil micro-influencer con quinientos seguidores cada uno. Porque consideran que se consigue que el mensaje sea más creíble, de mayor calidad y que el receptor esté más abierto a considerar lo que se dice de la marca.
Un estudio realizado por Warc llegó a la conclusión de que es la conversación generada entre los usuarios, el intercambio de opiniones y de ideas en la red, los que dominan tanto el volumen como el impacto. Los verdaderos "influencer" en las ventas.
En otras palabras, según estas conclusiones, colaborando con estos micro-influencers, las marcas consiguen una media de 3 a 5 veces más engagement, como también asegura Chico Tirado, cofundador de Gnack, una nueva compañía centrada en la compra programática dentro del influencer marketing.
También según este otro estudio de Markely, los micro-influencers consiguen hasta el doble de resultados cuando suben algo a sus muros de Facebook o a Instagram que los bloggers más famosos: pasados los mil quinientos seguidores, la oportunidad de que la gente esté pendiente de tu siguiente post es solo de entre 0,5 y 5%. Pero si tienes menos de esos seguidores, las posibilidades se incrementan hasta un 25%. A esto se le llama proximidad social y es lo que más engagement crea, según las conclusiones a las que llegó este otro estudio del sector.
Pero ¿tiene sentido? ¿Cómo puede alguien normal influir más que Chiara?
En resumen: ¿son de verdad capaces los micro-influencer de atraer al público a las marcas o son una moda creada por algunas empresas interesadas?
Y es que pesar de todas estas nuevas voces, de todos estos estudios y datos, nos sigue costando entender cómo una persona normal, un Don Nadie, puede ser más influyente que una celebrity, que llega a millones de personas de todos los continentes.
Una vez más, los expertos nos dicen que clave está en el tipo de followers que tienen estos micro-influencer. Por un lado y como hemos dicho, los famosos y las celebrities llegan a millones de personas por razones de lo más variopintas, es una gran masa de público con intereses de lo más variados (en términos de marketing se diría que no hay segmentación).
Pero cuando una marca contrata a un micro-influencer para iniciar una conversación a través de él y comunicar sus valores, la conexión es más efectiva, más cercana y más real porque sus followers son un tipo de público mucho más específico e interesado en temas muy concretos, temas que seguramente conciernen o están relacionados con esa marca.
Otro estudio realizado por Wharton Schook y Keller Fay Group ha demostrado que este tipo de usuarios suponen un canal creíble y de confianza, que tiene impacto directo en las decisiones de compra de otros usuarios. Su pasión y su experiencia se ven como algo creíble y sus consejos se siguen a rajatabla. Comparte más cosas con su audiencia, muchas veces incluso la cercanía geográfica, lo que puede ser utilizado por la marca para comunicar localmente.
Una oportunidad que no se está aprovechando
Cada vez hay más empresas en el mercado que apuestan por los micro-influencer. Son las mismas empresas que aseguran que no se está aprovechando al máximo la presencia de esta figura en las redes y que las marcas deberían apostar más por ellos que por los famosos.
Si estás pensando en que cumples todos los puntos del apartado anterior y te apetece probar suerte como micro-influencer, estos son los primeros pasos a seguir:
1.- Fundamental: ser tú mismo. No intentes vender una vida perfecta que no tienes ni tratar de demostrar nada ni te inventes viajes que no haces ni comida que no comes. Es cierto que habrá gente que dejará de seguirte porque no eres tan “cuqui”, pero es gente que está buscando otra cosa y los que sigan siendo tus followers tras conocerte “en la intimidad”, serán los que escuchen de verdad y estén receptivos a lo que tengas que decirles.
2.- Date de alta en alguna plataforma que esté buscando micro-influencer. Plataformas como Coobis, blogs on brands o Brantube. Y luego sólo tienes que sentarte a recibir propuestas estupendas y ganar dinerillo con ellas.
3.- Sé sincero y admite que te están pagando por probar y criticar un producto. Que tus followers sepan que te están considerando para probar productos y pagando por ellos, pero que lo reconoces, es un paso más para considerar tu fiabilidad.
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