Milán arrasa y junto con ella la mayor parte de los diseñadores y firmas que forman sus pasarelas. Salvatore Ferragamo ofreció una mujer sensual y elegante, con un sentido andrógino del glamour y con un corte puro y cuidado.
Me imagino a Greta Garbo con ese estilo que nos ha delineado Ferragamo, como si de una película italiana de Mastronniani se tratase. Sandalias con altísimo tacón de aguja que definen las piernas, unas piernas largas y atractivas. Nos muestra pantalones de talle alto, muy de moda para la próxima temporada, de corte recto, lineal, en que se logra una figura estilizada.
Utiliza el negro como protagonista, pero le da toques de luz con blanco y el gris eterno que sigue sin desgastarse. También empleó un rojo oscuro y un azul fuerte, así como tonos terracota tan favorecedores. El príncipe de Gales le da un toque otoñal, sin perder la elegancia necesaria para lucir el corte limpio y favorecedor que nos presenta esta colección para el próximo Otoño-Invierno 2007/08.
Las gabardinas de trench también hicieron su aparición, mostrándonos a esa mujer que sabe viajar con estilo o que sabe vestir en cualquier momento, haga frío o calor, con lluvia o viento. El vinil o la napa son las texturas que cubrirán los cuerpos, sin olvidarse de la lana o el terciopelo que le da un toque de sofisticación aún mayor.
Enormes bolsas en piel de cocodrilo brillantes (espero que sean sintéticas) se conjuntaban con botas altas en diversos colores de tacones kilométricos. Ferragamo no ofrece sorpresas, va a lo seguro, sin excentricidades, creando el vestido perfecto para una mujer clásica que desea ser el sumum de la elegancia en todo momentos. No arriesga, pero al final da unos toques sorpresivos con cuellos desestructurados y drapeados que marcan el cuerpo.
Una colección preciosa sin lugar a dudas que demuestra porque Ferragamo es uno de los grandes nombres tanto en Milán, como en la moda en general.
Vía | Style.it