Si pienso en Toblerone pienso en montañas instintivamente (aunque también en aeropuertos, pero ese es otro tema). En parte se debe a la propia forma de la chocolatina, con esas onzas en forma de montañas de chocolate deliciosas pero, sin duda, también a la icónica montaña que se ve en su envoltorio.
Si te pasa como a mí, lamento contarte que vas a tener que decirle adiós a la imagen tradicional de Toblerone que nos ha acompañado hasta ahora. ¿El motivo? Las leyes suizas y la decisión de la marca Toblerone de expandir su negocio en nuevos territorios.
Me explico. Esa montaña que vemos en la esquina izquierda del envoltorio de Toblerone es, ni más ni menos, el Cervino, el famosísimo monte suizo. El que mandaba esa imagen, junto con la frase "Swiss dark chocolate" (chocolate negro suizo) es claro: "somos un chocolate suizo. La fama de los chocolates suizos nos acompaña y avala".
El problema es que Toblerone ha decidido abrir una nueva planta en Bratislava, Eslovaquia. El motivo que han esgrimido para hacerlo es el de satisfacer la mayor demanda global y esto choca con la legislación suiza que busca proteger los símbolos nacionales.
La ley, aprobada en 2017, establece que, para que un producto se pueda vender como suizo, y llevar en el empaquetado elementos que lo identifiquen con dicho país, las cuatro quintas partes de las materias primas de dicho producto tienen que provenir de Suiza. Y, en el caso de Toblerone, ya no lo harían.
Así que tendremos que decir adiós a la icónica montaña. Además, Toblerone se verá obligada a cambiar el mensaje de "de Suiza" por "Fundada en Suiza" y deberá despedirse también del oso de Berna que, aunque menos reconocible, también está presente en el envoltorio.
Fotos | Morgan Thompson y Safwan C K en Unsplash
En Trendencias | 18 recetas de tartas y postres saludables para incluir en tu dieta sin miedo