El último día de febrero, Valentino presentó su colección Otoño/Invierno 2007/08 en el marco de la Semana de la moda de Paris y rodeado de la polémica desatada por los defensores de los animales.
La colección que ha propuesto el diseñador se dirige a una mujer joven pero de una elegancia y sofisticación como nunca. De este modo, el italiano demuestra que tras casi medio siglo en el mundo de la moda sigue con todo el entusiasmo y vitalidad del principio.
Parece, además, que regresa a esos inicios ya que su colección tiene un sabor años cuarenta, que ya hemos visto en otras propuestas.
Voluminosas blusas de tafetán, faldas cortas y capitonadas, para ese look glamuroso y sobrio, propio de películas como La Dalia negra, dan paso a una paleta de colores intensos para la noche. Además del negro, el rojo pasión y el azul eléctrico se llevan la palma. Parece que esta temporada será la del azul.
El diseño que ilustra este post es el único que parece "desentonar" en el conjunto de la propuesta de Valentino. Sólo lo parece porque la transición hacia él es muy gradual, como si Valentino hubiese tomado un sendero sinuoso por el que pasear, disfrutando de la creación, en lugar de la vía rápida entre dos puntos aunque, eso sí, como todo buen genio, sin perderlos nunca de vista. En todo caso, es el que más me ha gustado a mí.