Nunca he entendido por qué Zara se llama Zara, quiero decir que no es un nombre que signifique nada y ni siquiera es pegadizo. Pudiendo escoger un nombre cualquiera y hasta inventarlo, ¿por qué Zara?
Hoy he descubierto un motivo para poner Zara a un negocio: que sea un comercio ubicado en la localidad de Zara, un pueblo de Turquía. Del mismo modo que Mango quiere llamarse Mango Barcelona, podría entender que Zara se llamase así si en lugar de ser una empresa española, fuese un negocio turco.
Lo curioso es que los negocios turcos de Zara jamás podrán llamarse Zara. ¿Por qué? Pues porque Zara (nuestro Zara, el que no tiene sentido que se llame Zara) se ha querellado para impedirlo.
Osman Yildirim nació en Zara (no en la tienda, en Turquía) así que, cuando fundó su primera fábrica de lentes de contacto, la llamó Zara Lens, pero la empresa de Amancio Ortega se querelló e impidió que conservara el nombre.
Necla Zarakol tiene una empresa de Relaciones públicas desde hace 15 años. Su empresa se llama Servicios de Comunicación Zarakol, pero parece que a los de Inditex tampoco les gusta este parecido y han abierto una querella contra ella, que pretende defender el derecho a usar su apellido. ¡Faltaría!
Parece que hay multitud de casos parecidos. Si queréis conocer algunos más, no dudéis en leer el artículo de El País. Me parece una situación absurda, y como Osman Yildirim me deja perpleja saber que alguien se puede tomar este asunto en serio. El afectado afirma: “Aún no me creo que esta historia sea real. Zara es el nombre de un lugar, el nombre de una zona. Se debería dar permiso para su uso en diferentes negocios”.
Vía | El País