Este es el pueblo en el que mejor se come de Badajoz. Poquísima gente lo conoce aunque es donde se inventó la tortilla de patatas

Cuando pensamos en comernos una tortilla de patatas con todas las letras mayúsculas de la palabra, suelen venirnos a la mente San Sebastián, Madrid o Betanzos. Sin embargo, tal y como sucede con muchos otros inventos, la auténtica tortilla española se come lejos de todos ellos. Más concretamente, en un pequeño pueblo de Badajoz en el que tuvo su origen este plato tan tradicional. Además, tiene el aliciente de que es uno de los más bonitos de toda Extremadura.

Se trata de Villanueva de la Serena, un municipio extremeño con una población de casi 26.000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Con una economía basada en la agricultura y la ganadería, su aportación más importante al mundo ha sido la tortilla de patatas. Y es que, según los datos históricos, el plato se originó aquí en el siglo XVIII.

Teniendo en cuenta que la patata es originaria de América del Sur, nuestros antepasados europeos conocieron este tubérculo a través de los incas. Siendo así, el primer documento en el que se hace referencia a la tortilla de patatas data del año 1817 aunque su invención se remonta a 1798 como plato  sencillo de elaborar en in siglo marcado por las hambrunas.

Desde entonces, el plato ha ido evolucionando hasta convertirse en el que hacemos exactamente a día de hoy (que, por cierto, no llevaba cebolla en sus orígenes). Después de conocer la historia, resulta curioso lo desconocido que es Villanueva de la Serena. En especial, para los más foodies porque sus tradiciones culturales, religiosas y de ocio, han venido siempre ligadas a la gastronomía.

En Semana Santa,  en este municipio se comía solamente una vez al día. Esta comida constaba de cinco o seis platos: el primero solía ser potaje de garbanzos, que se acompañaban con verduras y derivados del cerdo. El segundo, habichuelos. Les seguían las Castañas pilongas. A continuación bacalao en escabeche y, para terminar, natillas con mojones.

Otra fiesta peculiar es el Día de las mayas, donde se bailaban y cantaban canciones típicas para, con el dinero obtenido, hacer arroz con leche, el plato típico de estos festejos.

No obstante, sus guisos más característicos en la actualidad son: el ajo de peces, las bogas asadas con salsa o ensalada, las salchichas al vino y el embuchado de lomo. Aunque también destacan los quesos de la Serena, que han adquirido una merecida fama mundial en los últimos tiempos.

Foto de portada | Turismo Extremadura

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