Cinco viajes que hay que hacer en familia antes de morir (o de que los niños se hagan mayores)

El concepto de destino turístico familiar invoca, frecuentemente, recuerdos de Vietnam: niños corriendo y gritando como si de un campo de batalla se tratara, llantos agudos propios de Banshee, excrementos flotando en la piscina... No obstante, hay vida más allá de las urbanizaciones y los complejos turísticos con todo incluido. Podemos viajar con niños y adolescentes a descubrir un nuevo país o ciudad, tal y como lo haríamos sin ellos. Estos son algunos destinos que en la redacción de 'Trendencias' nos parecen especiales para descubrir con las personas que más quieres.

Costa Rica

Nada de lo que has oído de sus impresionantes playas, exuberantes selvas tropicales e increíble vida silvestre es mero hype. Costa Rica es uno de esos pocos destinos que es mejor aún en la vida real que en Instagram. Y es que, a través de las redes sociales, no se puede experimentar que una tortuga se despiste y acabe paseándose por el mostrador de recepción de tu hotel. La relación que los costarricenses tienen con la naturaleza es una lección de vida que los viajeros se llevan a casa y que cambia la perspectiva que tienen del resto de seres vivos. De hecho, nuestra compañera Anabel Palomares nos ha confesado que, desde que visitó este país, ya no mata a los insectos que se cuelan en su casa.

Londres

Si buscamos algo más cerca de España para una escapada de puente o incluso de fin de semana, Londres es un destino urbano muy atractivo para visitar en familia. Además de que muchos de sus museos son gratuitos, podéis montaros todos juntos en el London Eye, hacer una ruta en el que os cuenten la terrorífica historia de Jack el Destripador y lo que más gustará a los padres millennials: excursión a los estudios Warner de Harry Potter donde se rodaron las ocho películas. Escenarios, objetos originales, efectos especiales... No sabemos si acabarán disfrutando más los pequeños o los mayores.

La Toscana

Fuera del bullicio romano, lejos del ruido de Milán o de Turín, sin miedo al Etna o al Vesubio y protegida por suaves colinas desde el mar Tirreno, tenemos la Toscana, uno de los más importantes centros turísticos, culturales y artísticos de Italia. Una región compuesta por ciudades de tamaño medio pero llenas de monumentos y cosas que hacer. Todo ello lo convierte en un lugar ideal para ir con niños, adolescentes e incluso ancianos. Y es que, al mismo tiempo que somos recompensados con toda la belleza e historia que Italia tiene que ofrecer, lo hacemos en un entorno tranquilo y seguro.

La Ruta 66 de Estados Unidos

Esta famosa ruta que atraviesa ocho estados diferentes, de costa a costa de los Estados Unidos, es una pasada para hacer en autocaravana. Una aventura que mezcla paisajes de infarto y aventuras por los moteles y diners de carretera típicos de la América profunda. Si os gustan las leyendas y otras historias de miedo, no dejéis de visitar alguno de sus moteles encantados. El más famoso es el Clown Motel, ubicado en un pueblecito de Nevada y consagrado a la figura del payaso en su versión más terrorífica. Como colofón, no os vayáis de Los Ángeles sin visitar un estudio de Hollywood.

San Sebastián

Sin salir de España, San Sebastián es uno de los lugares más mágicos de toda España. Si sus tapas y espectacular tarta de queso no son suficiente para convencerte, tal vez lo haga la cantidad de planes y excursiones que ofrece. No solo tiene una de las mejores playas sino que, alejándonos apenas unos metros de la orilla de La Concha, llegamos en ferry a la isla de Santa Clara, donde podemos hacer un picnic en plena naturaleza y disfrutar de las mejores vistas. También podemos (debemos) subir a lo alto del Monte Igueldo y echar una tarde en su parque de atracciones retro o escaparnos a los encantadores y pintorescos pueblos vecinos como Hondarribia, Zumaia o Pasaia.

Foto de portada | Heidi Kaden

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