La falta de tiempo no siempre es el principal enemigo de una alimentación saludable y equilibrada. Hay otro factor que puede ser causa directa de ese ritmo extenuante al que vivimos sometidos o no guardar relación alguna: la tristeza.
La apatía, la desgana, la melancolía y, entrando en mayores, la depresión no solo nos quitan las fuerzas para cocinar sino, en muchas ocasiones, las mismas ganas de comer.
Sin embargo, el día no se para y el cuerpo tiene que seguir funcionando. La tristeza, por desgracia, no hace que dejen de rugirnos las tripas y el no comer, o alimentarnos de forma incorrecta, puede empeorar nuestro humor.
Según los expertos de MediQuo, un chat médico dedicado a la consulta inmediata con especialistas de la salud, se puede decir que no hay ninguna dieta que cure las patologías relacionadas con la salud mental. Pero una dieta sana, variada, basada en productos frescos y de temporada puede ayudar a la hora de prevenirlos.
Esto es algo de lo que, ta vez, podrían aprovecharse aquellos a los que les da por justamente lo contrario: comer mucho. Aunque, claro, las ganas de comer en abundancia tampoco se traducen necesariamente en un incremento de las ganas de ir a la tienda a por los ingredientes y ponerse a cocinar.
El idioma inglés incluso tiene su propio término para referirse a esas comidas que hacemos cuando nuestro humor no tiene el horno para bollos, son las "depression meals".
En Internet hay comunidades de personas que suben a Facebook fotos de sus "comidas de depresión" y foros dedicados a ello. Rebañando el tema con un poco de humor, un usuario de Reddit se ha tomado la molestia de hacer un bingo con los hábitos alimenticios más frecuentes a los que se entrega la gente en sus horas más bajas. Por ejemplo, olvidarse de comer, beber solo medio baso de zumo o darle dos mordiscos a un sándwich.
Es por todo ello que hemos querido preguntar a la gente por la forma de alimentarse que tienen la cuando no atraviesan por su mejor momento y nos han confesado cuáles son sus platos depresivos favoritos. Ya sea para intentar darse una alegría, cuidarse o no caer desmayados.
Yuliana Ortiz
"Aguacate, almendras, nueces... Supuestamente, las grasas de origen vegetal ayudan mucho a luchar contra la depresión".
Ana Castro
"Yogures de fresa de soja (porque soy intolerante a la lactosa). En ocasiones extremas, un Cola Cao con galletas y ya está".
Rosa M.
"Unto crema de cacahuete en una rebanada de pan y le pongo encima un plátano cortado en láminas. Después de comerlo me quedo un poco feliz y llena".
Victoria B.
"Sardinas picantes porque me suben el ánimo y avellanas crudas porque dan fuerza para lo que llegue".
Elisa V.
"A mí me da por las latas de atún, los yogures y los potitos".
Silvia Usera
"Anacardos fritos con sal o avellanas tostadas. En grandes cantidades, hasta que me sientan mal".
Eduardo García
"Aguacate con canela. Cuando era pequeño, en mi casa, el aguacate siempre fue un postre. También lo tomo con azúcar, además de la canela ".
María Elena García
"Hummus con pan. Normalmente lo hago yo misma pero, en estas ocasiones, lo compro hecho en el supermercado. Si tengo un poco de ánimo y reúno fuerzas para arreglar una zanahoria o un pimiento, lo como con crudités".
Inga Lieberman
"Para mí, lo mejor es comer algo que no se tenga que cocinar o que se cocine muy rápido porque, de todos modos, nada te va a saber muy bien. Ahora como mantequilla de cacahuete o queso, pero va por rachas. Antes comía cócteles de frutos secos y, durante el primer año de universidad, me aficioné a comer fideos crudos de los que venden en sobres en el supermercado".
Laura Nicolás
"Frutos secos (especialmente cacahuetes) y galletas de avena con trocitos de chocolate. Si me animo un poco, puedo llegar hasta a hacerme una sopita con un huevo duro".
Luz Lisboa
"Pasta blanca con margarina y orégano y pan con margarina. Es fácil, rápido, y no tiene mucho sabor. Esto me viene bien porque normalmente no tengo apetito, más bien ganas de vomitar y, además, me aporta calorías, hidratos y azúcar para tirar un poco".
Guillem Reig
"Cuando lo dejé con mi novia, me alimentaba a base de galletas de chocolate y zumo para desayunar, ramen de sobre para comer y helado o más galletas para merendar. Sé que una alimentación pobre acaba empeorando tu estado de ánimo a medio plazo, pero en un momento de bajón lo importante es comer algo y eso me funcionaba".
Victoria Martínez
"Galletitas saladas. Si tengo un poco de ánimo, me hago arroz blanco y un huevo frito".
Rosario Villajos
"Hago palomitas en casa en una olla y con aceite de oliva".
Kevin Castro
"Me preparo ceviche, asado o tacu-tacu (plato peruano hecho con arroz cocido, menestra y un sofrito) siempre curan mi depresión. Tengo la suerte de que cocinar me hace más feliz que cualquier otra cosa".
Aida González
"Yo como fruta. En especial papaya, plátano, pera y kiwi".
Lucía Marín
"Yogures, cafés, patatas de bolsa (no sé si será verdad pero he oído que las cosas crujientes activan la serotonina), pan de molde con pavo y queso o aguacate, si tengo. También, últimamente he estado comiendo tortilla de patatas precocinada".
Patricia Torres
"Pasta al horno con tomate y mucho queso. Es una comida contundente y me da energía".
Anabel Palomino
"Tiro de frito a saco. Platos que solo sean echar algo en una sartén como huevos fritos con patatas fritas . Eso siempre me alegra la vida. Y croquetas, muchas croquetas. También pido pizza de pepperoni o me compro una tarrina de helado Ben & Jerrys sabor Cookie Dough".
Sara B.
"Yo no puedo cocinar así que pido comida a domicilio. No tengo una preferencia clara a la hora de pedir así que tiro mucho de promociones. En esos momentos, ni cocino ni dedico mucho tiempo a pensar qué quiero. Me da igual si es sushi, burguer... Incluso McDonald's".
Stephen L.
"Cuando estoy triste quiero comer mucho sin pensar ni esforzarme así que tiro de mis vicios: patatas de bolsa, palmeras de chocolate sin azúcar añadido del supermercado y pizza congelada. También pido comida china, sobre todo platos con arroz, que es un alimento ideal para llenarse".
Andrea Pellicer
"Sopa, cosas calientes siempre. No importa tanto el qué sino el calor. Si nos ponemos específicos, suelo tomarla de cebolla, de ajo o de tomillo porque me recuerdan a la infancia".
José Martínez
"Kikos con agua. Si los machacas y los mezclas con agua, se forma una mezcla que llena mucho".
Fotos | Unplash.
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