El hervido de verduras del chef José Andrés que acaba con los traumas infantiles y es la forma más fácil de alimentar a la familia

Al chef José Andrés lo queremos y admiramos por muchos motivos. Desde su talento culinario hasta su simpatía y cercanía. Esto último es algo que demuestra con su generosidad al compartir con el resto de mortales sus mejores trucos y recetas. Así que, si el asturiano defiende las bondades de hervir la verdura, le vamos a hacer caso por mucho que, de primeras, nos vengan recuerdo de Vietnam con esos platos insulsos y pasados de cocción que nos crearon traumas cuando éramos pequeños.

Aunque, de pequeños, nuestros padres nos obligaban a comer hortalizas, como la coliflor y las coles, recocidas hasta la extenuación, estaban equivocados y lo único que conseguían era sacar lo peor de los vegetales. No solo les quitaban toda la gracia en lo que respecto a sabor y textura, también afectaba a sus nutrientes.

Sin embargo, es posible cocer las verduras y que estén buenas. La clave es saber hacerlo bien. Esto significa: utilizar ingredientes de calidad, hervirlas durante el tiempo adecuado y elegir bien el aderezo antes de servir. Como añadido, otro factor fundamental para José Andrés es ponerle cariño. En sus propias palabras: “Ponle amor y siempre estará delicioso”.

No es de extrañar teniendo en cuenta que el asturiano guarda muy buenos recuerdos de un plato que su madre hacía con este método a menudo. Se trata de sencillo y humilde hervido de judías verdes con patatas que, bien preparado, puede ser una delicatessen.

Si ahora quieres replicar en tu casa las patatas con judías verdes cocidas de la madre de José Andrés, solo tienes que poner a cocer las patatas (tipo fingerling, pequeñas, nuevas o tipo guarnición) con piel en agua fría con sal. Transcurridos ocho minutos hirviendo, agrega las judías verdes finas y continúa cociendo hasta que queden tiernas, pero todavía un poco crujientes, lo que tardará unos cinco minutos.

El chef cuenta que su madre las cocía un poco más y, después, las escurría bien para luego aliñarlo todo junto. No obstante, otra opción sería cortar la cocción y fijar el color pasando las verduras escurridas a un cuenco con agua helada y hielos. Puedes elegir la opción que más te cuadre.

Foto de portada | Egidijus Bielskis

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