Quién no ha escuchado alguna vez la canción: "tengo una vaca lechera.... No es una vaca cualquiera...Me da leche merengada ..., ¡ay qué vaca tan salada!, tolón, tolón..." Pues sí, como no tenemos esa vaca, la leche merengada la tenemos que hacer en casa. ¡Qué rica!
La leche merengada es de las bebidas frías del verano de toda la vida, una bebida con sabor a canela y limón que nos transporta a nuestra infancia. Junto con la horchata eran los clásicos del verano, recetas tradicionales de la gastronomía española, y lo mejor de todo, muy sencillas de hacer.
Para estos días de calor, es una de las mejores opciones para hacer en casa en cualquier momento, porque seguro que tienes todos sus ingredientes básicos: leche, azúcar, canela, limón y huevo.
Introducimos la leche en un cazo junto con el azúcar, la rama de canela y la piel de 1/2 limón bien lavado. Calentamos la leche hasta que hierva. No hace falta que hierva mucho, cuando rompa el hervor y antes de que se forme nata en la superficie la retiramos y la colamos. Hay que dejar que la leche enfríe por completo.
Montamos las claras a punto de nieve fuerte y muy despacio y las vamos mezclando con cuidado para que no se bajen las claras y el resultado sea cremoso y espumoso. También Retiramos el limón y la canela. La ponemos en un recipiente y la llevamos al congelador una hora.
Al cabo de ese tiempo estará medio congelada. Puedes batir con unas varillas las claras junto con el azúcar glasé a punto de nieve, hasta conseguir un merengue brillante.Y por último, servir en vasos o en copas de balón espolvoreando con canela molida.
Otra versión de leche merengada es con hielitos pequeños. Sí, esta bebida dulce y refrescante que nos alegra los días de verano también puede servirse en granizado.
Foto | Directo al Paladar