A partir del próximo lunes, todos los restaurantes y bares que se encuentren en comunidades en la fase 1 de la desescalada podrán abrir sus terrazas con un 50% de su aforo e ir retomando la actividad de forma escalonada. Sin embargo, echar unas cañas o cenar fuera no volverá a ser, de momento, tal y como lo recordamos. El protocolo de prevención y seguridad en servicios de restauración que ha presentado la asociación de cocineros Eurotoques y Hostelería de España, la mayor patronal del sector, es la referencia de lo que nos encontraremos en medidas para prevenir el virus y ofrecer seguridad a los consumidores.
Ha sido elaborado por el Basque Culinary Center en colaboración con Eurotoques y diversos especialistas en seguridad alimentaria, aunque el grupo de expertos que asesora al Gobierno en la desescalada también ha hecho aportaciones al manual y no recomienda el uso de mamparas para separar comensales. Tampoco la toma de temperatura a los clientes, pero sí pide a los camareros que usen mascarilla y eviten estrechar la mano a los clientes. Aunque este protocolo se irá actualizando si las autoridades sanitarias realizan cualquier cambio de criterio respecto a la prevnción del virus.
Desinfección antes de abrir y después de cada servicio
Los bares y restaurantes tendrán que limpiarse y desinfectarse todos los días antes de la apertura y al finalizar cada uno de los servicios. Esto implica cambiar la mantelería completa y limpiar y desinfectar mesa y sillas. El sistema de aire acondicionado habrá de mantenerse entre 23 y 26 grados y revisarse. Además, las salas deberán ventilarse a diario.
Registro de la temperatura del personal
Con el objetivo de evitar contagios, el protocolo especifica que se debe tener un registro diario de la temperatura de la plantilla. Además, ante cualquier sospecha de que un trabajador pueda estar infectado, deberá permanecer en casa.
Ropa de trabajo desinfectada diariamente
Los uniformes y la ropa de trabajo tendrá que ser cambiada y desinfectada con mayor frecuencia. En cocina, de forma diaria y en sala, los mandiles se cambiarán en cada servicio. El lavado tendrá que hacerse en ciclos entre 60 y 90 grados centígrados. En aquellos casos en los que no se utilice uniforme o ropa de trabajo, las prendas utilizadas por los trabajadores en contacto con los clientes también deberán lavarse en las condiciones señaladas anteriormente.
Mascarillas o pantalla para el personal
Todo el personal de sala tendrá que llevar mascarilla o pantalla durante el servicio y los cocineros tendrán que utilizarlas, también, para manipular de alimentos que se sirven en crudo, en el momento del emplatado y cuando el desarrollo de la actividad no permita el distanciamiento físico entre personas.
Mesas a dos metros de distancia
Para poder abrir, todos los locales han de garantizar una distancia mínima de dos metros entre mesas y de metro y medio entre comensales, siempre que estos no vengan juntos. Además, los grupos serán máximo de diez personas.
Reducción de los elementos decorativos
Los restaurantes deberán limitar en lo posible el uso de elementos decorativos innecesarios como centros de mesa o floreros. también reducir el tiempo de exposición ambiental de cubiertos y vajilla.
Desaparece la carta
Los sistemas para pedir la comida tendrán que reducir el contacto físico, con alternativas a los menús tradicionales con cartas digitales o desechables y pizarras.
Gel hidroalcohólico siempre disponible
Los bares y restaurantes tendrán que dispensar gel desinfectante en la entrada, mesas y baños.
Nada de contacto físico entre trabajadores y con los clientes
Se recomienda evitar los abrazos, besos o estrechar las manos con los clientes o con otros empleados. También se recomienda no compartir objetos con clientes u otros empleados.
Adiós a los elementos compartidos, como servilleteros
El manual pide evitar el uso de cualquier elemento compartido por los comensales. Es decir, no habrá servilleteros, palilleros, saleros o aceiteras.
Reducción del uso de papel en las comandas y pago con tarjeta
Los restaurantes deberán priorizar el pago con tarjetas de crédito, así como reservas digitales que reduzcan al mínimo el uso compartido de ordenadores y teléfonos. El protocolo también pide digitalizar las comandas, para reducir el uso de papel al máximo.
Fotos |Black Swan y Unsplash.