Nueve trucos para que el café casero te quede tan bonito que sea digno de Instagram

Desde que el café se comparte en redes sociales su aspecto se ha sofisticado cada vez más. Tanto es así que todas queremos un corazón de espuma o una hoja dibujada en la crema de nuestra bebida matutina. ¿No tienes tiempo o dinero para irte de brunch cada sábado a la cafetería de moda? Eso no es excusa para no llenar tu feed de Instagram de fotones de tu desayuno homemade, porque estos trucos elevarán tu café casero al nivel más instagrammeable.

Café con polvo de cacao

Empecemos por los trucos más sencillos, como el de añadir un poco de cacao en polvo, Colacao o Nesquik en tu café por las mañanas. Así le darás un toque más dulce y golosón, además de conseguir un contraste sobre la espuma que queda así de bien en las fotos.

Café con canela en rama

El principio es el mismo que el del cacao en polvo: espolvorear la canela sobre la espuma para crear un contraste dulce y apetecible. Sin embargo, con la canela el sabor es algo más amargo y el estilazo de nuestro café se eleva gracias a esa rama de canela que tan bien luce en las fotos (y tan buen sabor deja en la bebida). 

Café con un chorrito de miel en espiral

Quizá no seamos baristas profesionales que consiguen hacer obras de arte en la superficie del café. Pero sí seremos capaces de crear una espiral que marque la diferencia cada mañana. Podemos hacerla con miel, con sirope o con caramelo: cada uno que escoja su sabor favorito. 

Café con nata montada

Una merienda o desayuno especial se corona con nata. Mejor aún si es montada, se mezcla con el café para sustituir a la leche y viene con un barquillo y algo de cacao espolvoreado por encima. Es el café vienés más sofisticado, pero disfrutado desde la comodidad de tu sofá.

Café helado con chocolate y menta

De cara al verano también traemos alternativas, ¡hemos pensado en todo! Es el momento ideal para los cold brews más populares. Lucen muchísimo, pero son muy fáciles de hacer y te permitirán lucirte en tus fiestas y comidas especiales. Solo tienes que mezclar el café con hielo y batirlo hasta hacerlo un smoothie. Después añádele una hoja de menta para dar más frescor al sabor. 

Si te vienes arriba puedes hasta recrear los vasos con borde de chocolate. Solo tienes que derretir una tableta en un cuento y después sumergir en él los vasos para que empapen el cacao derretido. ¿Eso tan bonito lo has hecho tú? Hasta Starbucks tendrá envidia. 

Café con helado de vainilla

No puede ser más fácil de hacer y más apetecible cuando suban las temperaturas. Solo necesitas colocar una bola de helado de vainilla en un vaso y verter el café por encima para que se mezclen los sabores. Es de esos pocos placeres que se hacen en un minuto. 

Utiliza plantillas para personalizar tu café

Subimos el nivel de complejidad, pero en la foto parece mucho más difícil de lo que es en realidad. Porque tenemos un truco: las plantillas para el café. Colócalas sobre la espuma y utiliza cacao, canela o azúcar morena para cubrir toda la superficie visible. Al retirar la plantilla quedará la silueta hecha y tú serás oficialmente la reina del café.

El café sabe mejor en vasos bonitos

Si no tienes tiempo por las mañanas para utilizar plantillas y no quieres elevar el nivel calórico de tu café con cacao, helado o nata montada, también hay alternativa. No hay nada más efectivo a la hora de hacer un café bonito que la puesta en escena: un vaso o taza bonitos te llevarán muy lejos. Sobre todo si añades a la ecuación una pajita reutilizable. 

Añade el plus de los complementos con un bollo en miniatura

Si a la puesta en escena le añades un buen acompañamiento en versión diminuta Instagram estará poniéndote en lo alto de su algoritmo. Donuts, rosquillas o galletas son la mejor opción, coronando la pajita del café y haciendo que todos tus followers miren a su café común con pereza. 

Fotos | @esteelalonde, Martha Stewart, The First Mess, Waffle&Whisk, Darn Good Veggies.