Esa fruta exótica de color tan vivo que seguro que has visto alguna vez, en Instagram o en supermercados como Mercadona y Lidl, procede de centroamérica y se llama pitahaya o pitaya, que en haitiano significa literalmente "fruta escamosa". Es de pulpa aromática, esta repleta de semillas y existe en dos variedades: la amarilla y la roja, conocida como "fruta del dragón". Te contamos sus propiedades, beneficios y posibles usos en la cocina.
¿Qué es la pitahaya?
Espinosa, la variedad amarilla (aunque nace de color verde y amarillea al estar madura) se cultiva en zonas tropicales y tropicales altas como Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú o Venezuela. Mide unos 9 centímetros de largo y 7 de ancho y se puede encontrar en el mercado de enero a marzo.
La variedad roja se caracteriza porque tiene la cascara de este color, con brácteas verdes que se tornan amarillas cuando esta madura. Mide 12 centímetros de largo con un diámetro de 8 centímetros y se cultiva en México, Nicaragua y Vietnam, entre otros lugares. Se puede encontrar en el mercado de junio a agosto.
Su sabor es delicado y fino, como de agua azucarada, aunque en nuestros mercados, debido posiblemente a condiciones inapropiadas de transporte, almacenaje y humedad, pierden sabor y puede resultar algo insípido. Para conservarla en casa, lo mejor es fuera de la nevera, en lugar fresco y seco, lejos de los focos de calor y sin que le de la luz del sol directa. Solo la ponemos en la nevera un ratito antes de consumirla.
Beneficios de la pitahaya
Es una fruta de alto contenido acuoso debido a que pertenece a la familia de las cactáceas. Su mayor aporte nutricional lo brindan los minerales y vitaminas que posee, ya que su contenido en hidratos de carbono es reducido y más aún, su porcentaje proteico y lipídico.
Es, por tanto, un alimento de muy bajo valor calórico en el que encontramos potasio, fósforo y magnesio en pequeñas proporciones, así como Vitaminas del grupo B y un elevado aporte de vitamina C, sobre todo en la pitaya roja.
Entre sus hidratos destacan los oligosacáridos, que tienen efecto prebiótico en el intestino humano como señala un estudio publicado en Food Chemistry. Asimismo, también es fuente de compuestos fenólicos, sobre todo flavonoides, que le confieren propiedades antioxidantes y según se ha observado, también podrían tener efecto anticancerígeno sobre células humanas.
Esto se debe a que sus antioxidantes son efectivos contra los radicales libres del oxígeno y podrían reducir o neutralizar el impacto del estrés oxidativo en el cuerpo. Es por eso que el consumo de pitahaya podría ser de ayuda para prevenir el cáncer o reducir su avance en el organismo humano.
Por su bajo valor calórico, alto contenido acuoso y reducido contenido en hidratos, también es excelente para quienes buscan perder peso. Asimismo, por su contenido en fibra e hidratos resistentes a la digestión, la pitaya favorece la flora intestinal del organismo, pudiendo ayudar así a prevenir diferentes enfermedades, mientras se refuerza el sistema inmune y mejora el metabolismo, tal y como se ha comprobado en roedores.
Por último, la pitahaya puede ser de ayuda para lograr una buena hidratación y para refrescarnos con su alto contenido acuoso.
Cómo consumir la pitahaya
Habitualmente, se consume como fruta fresca, aunque también puede utilizarse en cócteles y refrescos. La amarilla se usa en algunos países como colorante y también en la elaboración de yogur, helados, mermeladas, gelatinas, refrescos y dulces. La roja, que es más insípida y menos aromática, se utiliza mucho como adorno de postes y cócteles exóticos.
Las pitahayas maduras se pelan con facilidad, cortando por un lado de la flor y tirando hacia abajo. Se corta en rebanadas y se debe evitar masticar las semillas. Es una fruta que va muy bien como postre o para incluir en un fresco batido, aunque también puede formar parte de ensaladas o macedonias de frutas.
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