Desde que conozco este sencillo truco, el hummus me queda siempre extra cremoso y he aumentado mi consumo de legumbres

Aunque nos encanta el hummus en todas sus versiones, lo cierto es que a veces nos queda en casa que parece más un cemento de garbanzos que el dip más delicioso del mediterráneo. Es un bocado ideal para el picoteo o para acompañar ensaladas y verduras, pero conseguir que el resultado final tenga la textura adecuada puede costarnos varios intentos fallidos. No obstante, que nos salga como de cocina de un restaurante libanés puede ser tan fácil como aplicar este sencillo truco.

La receta del hummus es un sota, caballo y rey de unos pocos ingredientes básicos que en pocos minutos, y de forma fácil, se transforman en un nutritivo plato. Además de que podría comerlo todos los días de mi vida por lo bueno que está, desde que lo hago con este truco nunca me sale pastoso.

Además, también he conseguido aumentar así mi ingesta de legumbres ya que el truco pasa por añadirle otra variedad que nunca consigo comer si no es de esta forma porque no me gusta la textura.

Y es que se trata de añadirle a la receta tradicional del hummus 200 gramos de judías blancas cocidas. Esto, demás de echar también la aquafaba de los garbanzos en el procesador de alimentos, hace que el resultado sea un hummus cremoso de profesional.

El aquafaba es el líquido resultante de cocer las legumbres, especialmente garbanzos y alubias o judías blancas, y no deberías desaprovecharlo porque es muy codiciado en la cocina vegana como sustituto del huevo sin tener que sea necesario añadir nada más.

Foto de portada | Nicholas Barbaros

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