Si os apasiona del roscón de Reyes y no queréis limitaros a disfrutar de esta delicia únicamente el día que corresponde, podéis probar a preparar roscones diferentes el resto del año. Estos roscones de Reyes en forma de bollos individuales son una alternativa genial, práctica y muy fácil que también resulta perfecta para familias pequeñas o para complicarnos menos en la preparación de este dulce navideño. Están deliciosos incluso aún un poco calientes, cuando su fantástico aroma ha inundado la cocina.
Una de las ventajas de darle forma al roscón de bollos suizos es que se conservan tiernos más tiempo, son estupendos para llevar y también congelan y descongelan estupendamente. Además, no hay que preocuparse en darles la forma de rosco y el tamaño y peso se puede ajustar a nuestro gusto.
Calentamos la leche ligeramente hasta que esté tibia. Desmenuzamos encima la levadura fresca, añadimos una pizca de azúcar y 2 cucharadas de harina. Mezclamos, tapamos con un paño y dejamos fermentar 30 minutos. Después, aromatizamos el resto del azúcar frotándolo con la ralladura de naranja. Colocamos la harina de fuerza en un recipiente grande, mezclamos con la sal y formamos un hueco. Añadimos el fermento, el huevo ligeramente batido, el azúcar y el azahar, y mezclamos.
Agregamos la mantequilla en pomada y la incorporamos bien. Tapamos con un paño y dejamos reposar 15-20 minutos. Amasamos con energía a mano o con una amasadora, añadiendo un poco de harina si fuera muy necesario, aunque es mejor intentar domar la masa cuando parece demasiado húmeda para tener unos bollos más tiernos. Al cabo de unos minutos de amasado se volverá más maleable y elástica.
Formamos una bola, colocamos en un recipiente engrasado y tapamos. Dejamos levar un par de horas (hasta que doble su tamaño). Deshinchamos entonces ligeramente y separamos en 10 porciones del mismo tamaño. Amasamos cada una un poco y les damos forma redonda, boleando y apretando bien por la base para crear tensión superficial. Los colocamos en dos bandejas cubiertas con papel sulfurizado.
Pintamos ligeramente los roscones con huevo batido, tapamos con plástico film y dejarmos levar mientras se precalienta el horno a 200ºC. Volvemos a pintar con huevo, decoramos con azúcar, almendras y frutas confitadas al gusto. Horneamos 10 minutos, bajamos la temperatura a 175ºC y continuamos horneando hasta que hayan pasado unos 30 minutos. Tienen que estar bien dorados y la base sonar hueca al golpearla.
Bandeja de horno rectangular Masterchef
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